Pautas para tratar a enfermos de corazón

El seguimiento del enfermo con marcapasos o el manejo actual del infarto de miocardio son algunos de los temas examinados en los casi sesenta capítulos que integran el volumen Normas de actuación clínica en cardiología, un compendio de los protocolos que deben marcar la atención y el tratamiento del paciente cardiaco, elaborado, por primera vez, por la Sociedad Española de Cardiología.

La guía está dirigida tanto a los especialistas como a los médicos de atención primaria y a los cirujanos e internistas que deben hacer frente al manejo de enfermos cardiacos, así como a las gerencias hospitalarias de las que depende la organización de estos servicios.

"Se trata de repasar y unificar los criterios de actuación para ayudar a una adecuada utilización de procedimientos diagnósticos y tratamientos y a un, aprovechamiento eficaz de los recursos disponibles para la atención de estos pacientes", señaló en su presentación Juan Cosín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología. En esta guía, que se irá actualizando en sucesivas ediciones, han participado más de 200 expertos de toda España, coordinados por casi sesenta especialistas.

"Los cardiólogos dirigen la acción terapéutica, pero el enfermo no siempre es atendido por uno de ellos, sino por especialistas en medicina intensiva e internistas. De ahí la necesidad de una formación, de unos criterios unificados de actuación y de definir unos estándares de calidad asistencial", explica Cosín.

España dispone de cinco cardiólogos por cada 100.000 habitantes, "un nivel similar al de Estados Unidos u Holanda y que sitúa a la cardiología española entre las mejor dotadas en cuanto a especialistas, tecnología y métodos diagnósticos y terapéuticos, aunque la infraestructura de algunos centros puede mejorarse", según este especialista.

Adaptada a los españoles

La guía pretende también servir de apoyo a decisiones judiciales en posibles casos de negligencia y, al mismo tiempo, adapta la actuación médica a las peculiaridades sociales, culturales y físicas del enfermo español. "En general, la cardiología española es menos intervencionista que la americana, por ejemplo, pero también es cierto que tenemos una mortalidad y una morbilidad menores.Los pacientes españoles, tal vez por la dieta mediterránea o por las características genéticas, son menos graves, aunque los factores de riesgo, en cuanto a colesterol o hipertensión, son equiparables a los de los países nórdicos", añade Cosín. Un aspecto que debería mejorarse, sin embargo, es el de la rehabilitación, con más servicios y mayor formación del personal.