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El éxito de los autores españoles marca el futuro del Salón del Cómic de Barcelona

La feria cerró ayer sus puertas con un total de 90.000 visitantes

Una de las imágenes más características del Salón del Cómic de este año ha sido la de las largas colas producidas por el público en busca de un cómic dedicado. No sólo firmaron autores extranjeros como Manara y König: el público optó por los dibujantes españoles. El fenómeno se ha producido por la apuesta de fanzines y editoriales por la producción propia y por la consolidación de una nueva generación de dibujantes que ya tienen una significativa legión de admiradores. La feria, clausurada ayer, batió su récord de asistencia con 90.000 personas, según la organización.

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Hacia la novela gráfica

El joven dibujante Cels Piñol fue uno de los autores perseguidos por el público. Su obra Fan Hunter, editada por Planeta-De Agostini, desapareció de las estanterías. Este ejemplo sirve para hacer la radiografía del salón, que ayer fue clausurado. Los dibujantes de la revista El Jueves; los nuevos autores que publican en la colección Laberinto, de Planeta-De Agostini; los autores de ediciones Camaleón, como Germán García; el autor revelación de este año, Santiago Sequeiros, que acaba de publicar para La Cúpula; los nuevos autores por los que ha apostado la editorial Glénat, junto con los numerosos colaboradores de fanzines, hicieron que las ventas se dispararan gracias a la magia del autógrafo y del pequeño dibujo personalizado.Este hecho tiene una explicación que va más allá de la ausencia de más autores extranjeros en el salón. "Este fenómeno está muy ligado a la mitomanía: los fans de los cómics desean abordar a sus autores preferidos. Se establece una especie de sintonía porque los autores españoles son más accesibles y antes de ser profesionales hemos sido fans", comentaba ayer el dibujante Cels Piñol. La apuesta de las editoriales y la eclosión de los fanzines ha propiciado esta situación.

Carácter festivo

Carles Santamaria, el director ejecutivo del Salón del Cómic, destacó ayer, junto al aspecto profesional, el carácter festivo del acontecimiento. "El salón se ha convertido en una gran fiesta ciudadana y en un punto de referencia para el mundo del cómic en España y en Europa". La mayoría de los asistentes eran jóvenes adolescentes, aunque junto a las historietas japonesas podrán encontrarse todo tipo de cómics, dirigidos al coleccionista y al público adulto.La banda sonora del salón fue la sintonía de la serie televisiva Expediente X. La compañía Tweintieth Ceiitury Fox alquiló una de las islas del salón para tantear si el público aficionado al cómic también es un seguidor de la serie. "Nuestra intención al venir al salón era ver la respuesta del público, que ha sido total. Durante estos días hemos captado a más de 4.000 nuevos socios del club de Expediente X", explicó Mar Romera, coordinadora de la caseta de la compañía Fox. Los socios de este club reciben periódicamente- información sobre el tema. La Fox también mostró su incursión en el mundo del multimedia con un vídeo interactivo basado en la película La jungla de cristal,

Las nuevas tecnologías aplicadas a la cultura visual también se pusieron de manifiesto con la demostración en vídeo de lo que ha sido la incursión en el mundo de los multimedia del dibujante Fernando de Felipe, cuyo álbum Museum, en el que se basa su CD-ROM, se agotó en todo el recinto. "Los multimedia abre caminos complementarios al cómic. Es absurdo digitalizar las viñetas y pasarlas a la pantalla, lo que he hecho es tomar un álbum que tiene una estructura que se adapta a los multimedia y plantear un recorrido por un museo virtual que ofrece la explicación de las piezas y las relaciona con el significado que tienen en el cómic", explicó De Felipe.

"Pumby, Pumby, Pumby"

La nota emotiva la puso el ganador del Gran Premio del salón, el dibujante José Sanchis, que había asistido como mero visitante acompañado de Karpa, otro histórico dibujante de la escuela valenciana. El pasado viernes recibió el premio con una intensa ovación, mientras un coro de asistentes repetía: "Pumby, Pumby, Pumby ...", El veterano dibujante sigue disfrutando de toda su energía creativa. "Sigo dibujando Pumby, pero lo hago adaptando los cómics de superhéroes y mangas a mi propia manera de hacer historieta", explicó Sanchis.También se ha observado en el salón un interés creciente por la novela gráfica, cómic de autor dedicado a expresar un mundo propio. Apuntan en este sentido Ralf König con su universo costumbrista de ambiente homosexual; el ganador a la mejor obra extranjera, Peter Bagge, y Max.

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