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20.000 liberianos luchan por huir de la guerra civil

El odio y la desesperación crecen cada minuto en Liberia. A los 4.000 refugiados que a bordo del viejo buque de carga Bulk Challenger esperan al límite de sus fuerzas poder desembarcar en algún lugar de la costa de Ghana se sumarán en las próximas horas los 20.000, según cálculos de la organización Médicos sin Fronteras, que ayer luchaban a muerte por subirse a alguno de los destartalados barcos que les pueden alejar del horror de la guerra civil en el país africano. Mientras, en la capital, Monrovia, los combates entre las facciones rivales prosiguen con toda su crudeza.

La odisea del Bulk Challenger está lejos de acabar. El buque, con dos metros de agua en las bodegas y un brote de diarrea entre los 4.000 refugiados que transporta, navegaba anoche hacia el puerto de Tema, a unos 32 kilómetros al este de Accra, la capital de Ghana. Pero las autoridades de este país informaron ayer a los funcionarios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que no permitirán desembarcar a ningún liberiano; sólo podrán bajar a tierra los ghaneses, los extranjeros y los representantes de la ONU y de organizaciones humanitarias. Según Michel Lolo, de Médicos sin Fronteras, el pasaje del Bulk Challenger está compuesto en su mayoría por liberianos junto con 700 ganeses y 600 guineanos. Entre los refugiados, añadió Lolo, se encuentran 300 niños y sólo 125 personas clasificadas como "soldados".

Pero la experiencia de estos refugiados, que abandonaron a principios de esta semana Monrovia y fueron rechazado la noche del jueves por Costa de Marfil -país que ya alberga a 300.000 refugiados liberianos-, no logra desanimar a los miles de desesperados que ayer abarrotaban los muelles del puerto de Monrovia con la intención de abandonar en cualquier barco disponible el país. Uno de éstos, el pesquero ruso Zolotitsa, esperaba anoche su perar sus problemas mecánicos y el permiso para partir rumbo a Ghana con sus cientos de pasajeros a bordo. Cada uno de ellos ha tenido que pagar 60 dólares (7.620 pesetas), una verdadera fortuna en Liberia, por este billete a ninguna parte.

La insostenible situación del puerto de Monrovia, donde el pasado viernes murieron a tiros dos personas cuando bandas de saqueadores intentaron robar de un almacén sacos de trigo, obligó ayer a las tropas de pacificación africanas (ECOMOG) a bloquear sus accesos. Pese a todo, los soldados de ECOMOG se emplearon a fondo con sus porras ayer para disvolver a los cientos de hambrientos que trataban de llegar a los muelles. Mientras tanto, los enfrentamientos entre las fuerzas leales a los diferentes señores de la guerra continuaron ayer en Monrovia. Los combates más duros se produjeron en Mamba Point, el barrio residencial y diplomático de la capital, donde los hombres de Charles Taylor, líder del Frente Patriótico Nacional, ejecutaron en plena, calle a un anciano krahn.

La actual fase de la guerra civil en Liberia comenzó el pasado 6 de abril, cuando las fuerzas de Taylor y sus aliados mandingos destituyeron de su puesto de ministro de Desarrollo Rural a Roosvelt Johnson, general de las tropas de etnia krahn. Un intento de conciliación entre las diferentes facciones con el objetivo de volver al Gobierno colegiado forjado en un acuerdo de agosto de 1995 fracasó esta semana en Ghana.

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