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Entrevista:Jonás SavimbiLíder de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA)

"Los militares de UNITA están en contra del proceso de paz"

Alfonso Armada

Jonás Savimbi, el líder de UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), goza entre sus partidarios de la devoción digna de un rey ovimbundu, la etnia que nutre fundamentalmente su guerrilla, formada por más de 60.000 hombres. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acaba de prorrogar por dos meses su misión de verificación de la paz en Angola con reproches, sobre todo, a la actitud dilatoria de la guerrilla. Pero Savimbi, un experto en supervivencias, ha vuelto a demostrar su astucia al imponer a los generales más recalcitrantes de su movimiento una estrategia que busca aprovechar la paz en Angola para salir del callejón sin salida en que le dejó el fin de la guerra fría, aunque reconoce que "todos los militares de UNITA están en contra del proceso de paz" acordado en noviembre de 1994 en Lusaka, que califican dé rendición. Savimbi parece tranquilo, habla con franqueza, no desdeña ninguna pregunta y mira a los ojos con inquietante bondad. Rodeado de un nutrido grupo de fieles armados, concede por primera vez, como él mismo se encarga de confirmar, una entrevista a un periodista español.Pregunta. Creo que tiene alguna queja sobre la actitud del antiguo Gobierno socialista español hacia UNITA y quería saber hasta qué punto la llegada de José María Aznar al poder en Madrid va a modificar esta relación.

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Respuesta. Absolutamente, absolutamente. Cuando ganó las elecciones José María Aznar, le mandé un mensaje de felicitación y me respondió. Me dijo que España va a ayudar a Angola en su desarrollo económico. Nuestra queja hacia el Gobierno de Felipe González se debe a que armó a la tropa antimotines [a la policía especial entrenada por la Guardia Civil, los ninjas, cuya intervención fue decisiva para que sobreviviera el Gobierno de José Eduardo dos Santos tras las elecciones de 1992]; por eso tenemos esperanzas de que las cosas van a cambiar.

P. ¿Cuántos años tiene O Mais Vello [el más viejo, nombre de respeto que le dan sus fieles]?

R. Tengo 61 años.

P. ¿Y puede decirse que O Mais, Vello está cansado de luchar?

R. No, nunca. Uno no se puede cansar de luchar, porque aún no hemos conseguido los objetivos por los cuales luchamos.

P. ¿Pero en qué medida el cambio de situación internacional, el fin de la guerra fría, el triunfo de Clinton y la, pérdida por parte de UNITA de varias importantes ciudades, además de los buenos negocios que sigue firmando el Gobierno de Dos Santos con compañías petroleras estadounidenses, han contribuido a que cambiara la estrategia de UNITA?

R. Nosotros no podemos ignorar que los cambios que se operaron en el mundo afectaron a nuestra manera de relacionarnos con ese mundo, porque muchos de los que nos ayudaron lo hicieron dentro del marco de la guerra fría. Tras el fin de la guerra fría ha habido un nuevo reparto de cartas, y eso nos afectó. También la victoria de un demócrata en Estados Unidos nos afectó. El petróleo no, porque los estadounidenses han venido explotando el petróleo desde mucho antes de que llegará Clinton. Pero incluso con Clinton hay que: tener en cuenta que en Estados Unidos el Congreso es republicano, por lo que no perdimos totalmente parte de nuestra influencia. Pero no es tan claro como cuando estaba un republicano en la Casa Blanca.

P. La pregunta va en el sentido de si UNITA. ha elegido el camino de la paz por verdadero convencimiento de que la paz es necesaria o por mero cálculo político, porque las circunstancias le han obligado.

R. Nosotros somos sinceros en relación a la paz, que fue algo que nosotros siempre buscamos. El mundo no debería olvidar que, si hoy se habla de democracia en Angola, nosotros fuimos el medio para que así fuera: porque aquí siempre nos hemos batido contra el comunismo, contra los rusos, contra los cubanos. Siempre tendimos hacia la democracia; incluso en 1985 y 1986, nosotros hablábamos del sistema democrático y del pluripartidismo, mientras la mayor parte de África todavía vivía en el partido único. Nosotros no fuimos orientados hacia la paz y a la democracia a causa de los cambios internacionales, porque ésas son nuestras verdaderas convicciones. Nosotros sabemos que podernos vivir en paz, pero con varios partidos.

P. Cuando habla de que UNITA siempre luchó por la democracia, hay algo que habitualmente ha sorprendido: ¿cómo es posible que se aliaran con los racistas blancos de Suráfrica para luchar contra el Gobierno de Angola?R. También habría que entender cómo es posible que los racistas surafricanos estén hoy dispuestos a luchar al lado del Gobierno de Luanda contra UNITA [se refiere a los mercenarios surafricanos que, de ser contratados por un bando, se pasaron al mejor postor, aunque el Gobierno de Dos Santos asegura que ha prescindido de todos ellos]. Los propios surafricanos racistas, que fueron expulsados por Mandela, ahora están del lado del MPLA,[Movimiento Popular de Liberación de Angola], y Mandela está con UNITA. Son circunstancias. Por eso nosotros luchamos contra el Gobierno de Angola, y contra los rusos y los cubanos, y para expulsarlos toda ayuda era bienvenida, viniera de donde: viniera.

P. El país está deshecho. En Luanda, donde la miseria es inconmensurable, se escuchan acusaciones contra usted y contra Dos Santos, dicen que está negociando su porvenir político y económico al margen de los intereses del pueblo angoleño. En el campo de acantonamiento de Andulo, muchos de los qué llegan para acantonarse tienen el aspecto de campesinos pobres, y no de guerrilleros del Gallo Negro, famosos por el temor que suscitaban.

R. Las personas que están con Dos Santos son las que pueden juzgarle, pero no a mí. En Luanda no saben el trabajo que yo. hago: poco o mucho, es el trabajo que yo hago aquí. Si tuviese la oportunidad de ir a Bailundo, una ciudad que encontramos en ruinas, vería que las personas trabajan, que hay voluntad de vida, de ir adelante. Luanda, donde la criminalidad y el robo no han dejado de subir, no es mi trabajo. La población no puede decir, que estamos preparando nuestro futuro político al margen del pueblo angoleño. Acerca del aspecto de nuestros guerrilleros hay que tener en cuenta que ha habido. un interregno muy grande, y que cuando hay combates no sólo el guerrillero tiene moral y objetivos, sino que pone todos los medios para conseguirlo. Cuando no hay guerra ni paz, el guerrillero está un poco abandonado, por eso vio al llegar campesinos. Pero en tiempo de la lucha vería que tienen botas y armas, pero son igualmente campesinos.

P. La Iglesia católica y algunos organismos de defensa de los derechos humanos hablan de fuerte represión política en el territorio controlado por la UNITA. Mientras que en la parte controlada por el Gobierno parece que triunfa un capitalismo salvaje. ¿Viven en el territorio de UNITA una dictadura política?

R. Eso no es verdad. Lo que no hay es una guerra buena, nadie puede hacerla. Donde hay guerra es muy difícil respetar los derechos humanos. El principio mismo de la guerra es la mayor violación contra los derechos humanos. No se puede hacer una buena guerra. Reconozco que se deberían humanizar las guerras.

P. ¿Está satisfecho del trabajo que está haciendo Unavem III [Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Angola]?

R. Aunque con ciertas reticencias, globalmente sí. Deseamos que la Unavem sea más imparcial, porque, ya que han venido aquí para hacer la paz, no debían tomar partido y ponerse contra UNITA. Pero están cambiando.

P. En su visita a Andulo el pasado martes, el jefe de la misión, Aliounde Blondin Beye, anuncio que UNITA ya había acantonado 30.000 hombres. ¿Se puede decir que el proceso de paz es ya irreversible?

R. Creo que sí. Ya son 32.000 los acantonados, y el Consejo de Seguridad, que se reunió en la madrugada del jueves, aceptó que hemos acantonado ya más de 30.000. Esa es la mitad de nuestro Ejército. Si por parte del MPLA hubiera sinceridad y correspondencia, naturalmente que la paz sena irreversible.

P. ¿Cuáles son sus principales quejas hacia la actitud del Gobierno?

R. Que están fingiendo. El martes hicieron estallar 200 minas en Huambo, pero no es allí donde tienen sus mayores arsenales, sino en el norte. Expulsaron a 188 mercenarios, y hay aquí ahora 5.000, que fueron expulsados de Sierra Leona y han vuelto a Luanda. En vez de retroceder para sus cuarteles y posiciones, el Ejército está tomando otras. El MPLA no está adoptando posiciones verdaderamente patrióticas que nos den garantías de que quieren la reconciliación. Están fingiendo para engañar a la comunidad internacional.

P. ¿Personalmente, confía en Dos Santos?

R. Hasta ahora, mis relaciones con el presidente Dos Santos han sido buenas. Pienso que él es un patriota, pero detrás de él hay elementos en los que no confío. Pienso que él quiere la paz como nosotros.

P. ¿No es cierto que buena parte de las armas que entrega UNITA son viejas?

R. Tienen que ser viejas, porque la guerra duró 20 años. Después, el Consejo de Seguridad nos impuso un embargo de armas, ¿dónde íbamos a buscar armas nuevas? Si entregásemos armas nuevas, además, entenderían que estábamos violando el embargo. Estamos entregando las verdaderas armas.

P. ¿Qué pasó con los misiles Stinger, que sirvieron para derribar a más de cincuenta aviones del Gobierno?

R. Los estadounidenses se los llevaron. No quedó ni uno.

P. ¿Qué va a pasar con los cerca de 2.000 desertores?

R. Van a regresar. Se fueron a buscar comida a la aldea porque no había bastante, pero van a regresar.

P. ¿Y cuándo se terminará el acantonamiento de los 30.000 hombres de UNITA que faltan?R. Acordamos con Dos Santos en Libreville que completaríamos el proceso militar a finales de junio. Nosotros queremos hacer la apuesta de que a finales de junio acabaremos con el acantonamiento, la desmovilización y la incorporación de una parte de la tropa en el Ejército angoleño.

P. En el 8º Congreso de UNITA, que se celebró en Bailundo en 1995, los responsables de las derrotas de Humabo, Kuito, Soyo o Uige fueron apartados del poder. ¿Es cierto que. en la cúpula militar de UNITA hay gente que piensa que el acuerdo de Lusaka es una rendición?

R. Entre los militares de UNITA ninguno piensa que Lusaka es el camino de la paz. Todos los militares de UNITA están en total desacuerdo con Lusaka. Nosotros los políticos estamos hablando continuamente con ellos para convencerlos. No es verdad que hubieran sido apartados algunos mandos, aunque es verdad que las derrotas de Fluambo, de Uige, de Soyo, costaron mucho prestigio a UNITA. Si hoy mismo la dirección política de UNITA decidiese abandonar los acuerdos de Lusaka, se pondrían a aplaudir todos los militares.

P. ¿Va a aceptar un puesto en el Gobierno de Angola?

R. De momento no pensamos en eso, porque debe ser una instancia. superior del partido la que decida. Habrá miembros de UNITA en el Gobierno y en el mando del Ejército. Pero mi partido es el que debe decir si voy, no el Gobierno de Angola.

P. ¿Pero nunca ha, pensado que fue un error político no aceptar la derrota electoral del 92 [la ONU calificó las elecciones de limpias y acusó a UNITA de, reanudar los combates] y que si se hubiera quedado en el Parlamento hoy en día hubiera llegado al poder por las urnas?

R. No fue UNITA la que rechazó los resultados. Los resultados fueron proclamados después de 12 días, por lo que algo estaban cocinando. Nosotros decidimos enviar una delegación a Luanda para, tras esos resultados, discutir una salida. Los que fueron asesinados fueron los negociadores. Quien hizo que UNITA retornase la guerra fue el Gobierno. La gente se olvidá de que los negociadores enviados por mí a Luanda para que no hubiera más guerra, fueron masacrados. ¿Qué es lo que se podía hacer después de eso? En ese momento no había ni aceptación ni rechazo de las elecciones, no había ningún pronunciamiento. Dijimos que se produjo una proclamación de las elecciones y pensamos que no fueron bien hechas. Se dio un plazo para verificar las listas, enviamos una delegación para buscar una salida política y fue cuando nuestros dirigentes fueron masacrados.

P. ¿Tiene miedo de ser asesinado por gente del Gobierno?

R. No pienso mucho en eso, pero es cierto que ellos tienen intención de matarme.

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