La cara de Chiara

Chiara Mastroianni Deneuve apareció ayer en Cannes entre una decena de miembros del joven equipo de Comment je me suis disputé... (ma vie sexuelle), la película de Arnaud Desplechin. Entre todas las caras, la suya era con diferencia la que más destacaba: los ojos de la madre, y un peinado parecido aunque en pelirroja. Los demás rasgos más el toque de confianza y de burla, del padre. En conjunto, un aire heredado de "majestad maliciosa", que es como define Desplechin el personaje de Chiara Mastroianni en la película.La joven actriz volverá a aparecer en Cannes en los próximos días, posiblemente junto a Marcello Mastroianni, con quien interviene en el filme del chileno Raúl Rúiz, Tres vidas y una sola muerte, en el que también aparece Marisa Paredes. Por su parte, Catherine Deneuve actúa en otro de los títulos de la competición, Les vóleurs, de André Techiné, y también en L´argent des autres, de Christian de Chalonge, programa da en una retrospectiva.

Hasta ahora, y dejando aparte los consejos que pueda recibir en su privilegiado entorno familiar, Chiara Mastroianni asegura que la principal razón que la mueve en el cine "es la posibilidad de encontrar un director o un personaje". "Pero pienso en el conjunto", añade, "y dudo antes de aceptar un papel si al imaginarme lo que haré respecto a los otros personajes, siento que no me gusta".

En el filme de Ruiz, es la primera vez que padre e hija actúan frente a frente (coincidieron en Prét á porter, de Robert Altman, donde ella aparecía fugazmente).