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Obras Públicas refuerza con hormigón el lecho del Manzanares bajo el que pasará el metro

Antonio Jiménez Barca

El trazado subterráneo de la línea 10 del metro, que unirá las estaciones de Lago, Príncipe Pío y Plaza de España, ataca ya definitivamente su punto más polémico: el río. Los obreros refuerzan con hormigón el lecho antes de que el topo -la máquina que horada el túnel- cruce el cauce por debajo. Durante dos años, el enfrentamiento entre la Comunidad, entonces del PSOE, que prefería salvar el río con un puente, y, el Ayuntamiento, del PP, que optaba por un túnel, paralizó las obras. En junio, ya con el PP al mando de las dos instituciones, se desechó el puente.

El topo, una máquina que parece un cruce imaginario entre un molinillo de café gigante y una gran hélice, muerde y horada la tierra a fin de crear dos túneles. En marzo pasado cruzó por primera vez por debajo del Manzanares, a más de 20 metros de profundidad, en un viaje de ida desde Príncipe Pío a Lago. Ahora, el ingenio roe en sentido contrario -pero mucho más cerca de la superficie a fin de construir otro ramal.Se calcula que cuando vuelva a atravesar el cauce lo hará a un metro escaso por debajo del agua. Por eso mismo, para que la cantidad de tierra que se extrae y que ahora sustenta el lecho del río no constituya ningún problema, los obreros refuerzan estos días con hormigón la base del Manzanares. El espesor de la capa gris que los empleados de Dragados y Construcciones, empresa que lleva a cabo las obras, están echando sobre el fondo es de unos 25 centímetros.

Eso sí, tanto técnicos como obreros se han encontrado con un problema imprevisto: "¿Quién se podía imaginar que en mayo iba a llover tanto?", se quejaba el miércoles pasado, en medio de un chaparrón de película, uno de los técnicos de Dragados y Construcciones. El técnico esperaba bajo techo y con un paraguas en la mano a que la tormenta escampara. En cuanto lo hizo, el empleado de Dragados se dirigió a buen paso al río. La lluvia entorpece los trabajos porque para asfaltar el lecho ha sido necesario desecar un tramo.

Corriente crecida

Esto se ha conseguido con una presa de arena que reduce la anchura del Manzanares a su paso por Príncipe Pío. La lluvia ha hecho recrecer la corriente y pone en peligro toda la construcción. Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras Públicas, confía, con todo, en que las lluvias no tuerzan el problema, y encaja con buen humor lo de los chaparrones: "Siempre está bien que llueva, y no va a afectar tanto, aunque dificulta el asunto, qué duda cabe". Manuel Melis, uno de los técnicos de la consejería de Obras Públicas que siguen los trabajos a pie de obra,- comentaba ayer que en una semana el topo -cuyo nombre técnico es tuneladora- comenzará a cruzar el río bajo tierra. "Yo calculo que el viernes la máquina estará ya allí; actualmente se encuentra a unos 120 metros", añadía Melis.Los planes prevén que este nuevo tramo de la línea 10 esté en funcionamiento a finales de 1997. El coste total del túnel asciende a alrededor de 700 millones de pesetas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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