Más de 10.000 jóvenes vibran en el Festimad
Tras las aglomeraciones de la entrada los asistentes elogian la organización del festival
A lo largo de todo el día de ayer fueron entrando más y más jóvenes a El Soto de Móstoles. El Festimad (Festival Independiente de Madrid) convocó a más de 10.000 personas de toda España para pasar dos días marcados por la música y la diversión. Las aglomeraciones de la entrada al festival -que provocaron atascos de más de dos horas- no presagiaban un buen inicio de la fiesta, pero dentro del recinto las cosas no tardaron en mejorar. Lejos quedan los ecos caóticos de Woodstock. Sus nietos siguen disfrutando con la misma música, pero parecen dispuestos a aceptar ciertas reglas de juego.
Una gran masa variopinta y entusiasta vio ayer a mediodía enturbiado su ánimo al acercarse a El Soto de Móstoles. Las interminables colas y el impresionante amontonamiento que se formó a la entrada mantuvo a las cerca de 10.000 personas que se agolpaban a las puertas durante más de dos horas como mínimo. Al parecer, la organización había centrado sus esfuerzos en tener todo el interior del recinto bajo control, pero no había previsto el caos de la entrada.Un goteo en las puertas, en especial la del cámping, en la que se cacheaba concienzudamente a todos los que entraban, retrasó aún más la espera. "Venimos desde Valencia, y ha sido espantosa la llegada", decía ayer Merche. "Nos han tenido horas esperando. Pero luego, dentro, todo ha estado mejor. El cámping estaba bien organizado y la gente se ha portado muy bien con nosotros. Ahora vamos a ver si disfrutamos de la música".
Retrato robot
Como ella, la mayoría de los miles de personas que llegaron al Festimad responden a un mismo retrato robot. Edad: entre 15 y 25 años. Vestuario: grunge en su amplia gama de desaliño premeditado. Decoración corporal: abundancia de pelo teñido de colores fosforescentes, cortado al cero o lo más largo posible; abundancia de piercing, anillos por diferentes puntos de la cara o el cuerpo. Alimentación: bocadillos y pizzas o hamburguesas. Preferencias musicales: los grupos favoritos más mencionados son Rage Against the Machine, Smashing Pumpkins y Cypress Hill.Aunque a úItima hora de la tarde el estado del parque, y de los asistentes era bastante bueno, siempre había gente preocupada por las consecuencias ecológicas del paso de la multitud por esta zona. "Soy de Móstoles y suelo venir al parque en plan más familiar", decía ayer Miriam, una chica de 17 años. "Me preocupa que puedan estropearlo, pero, por otro lado, me encanta que se haya podido hacer algo así". Su amiga Sandra, también de Móstoles, veía el Festimad como un sueño hecho realidad. "Es como estar en otro mundo, con sólo la gente que te gusta ver, la música, hasta las calles que se han inventado con nombres de las estrellas de rock".
A medida que pasaba el día y la gente olvidaba los sinsabores de la entrada, las explanadas delante de los escenarios se llenaban y se vivía la música con entusiasmo, pero sin excesos. "Son muy distintos los festivales aquí y en Estados Unidos", decía Emily, una estudiante norteamericana. "Allá la gente joven es más descontrolada. Si hubiéramos tenido que esperar tres horas en la entrada como aquí, habría habido graves problemas. En los conciertos también es así. Todos aquí parecen muy alegres, pero se les ve relajados".
Según la información facilitada a primeras horas de la madrugada por la Cruz Roja, durante el día fueron trasladados dos jóvenes al hospital, uno por una fractura de rodilla y una chica de 17 años anoréxica que tuvo una intoxicación etílica, informa . En total se atendió a 153 personas, un 25% por intoxicación etílica, lo cual se considera satisfactorio ya que se esperaban muchos más casos e incluso se atendieron más esguinces que intoxicaciones.
Babelia
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