Lombardero: "Me sorprende que un obispo esté por encima de un pueblo"

Manuel Lombardero está concentrado en el rodaje de su primera película, En brazos de la madura, y en los problemas que le está creando. La prohibición del obispo de Teruel, Antonio Algora, de que se filme en los exteriores de la ermita La Virgen del Cid, en el pueblo de La Iglesuela del Cid, no va a afectar al proyecto, afirmó ayer el cineasta. Lombardero dijo no tener objeciones a la decisión del obispo; pero, como ciudadano, le sorprende que las opiniones episcopales "estén por encima de las de un pueblo" afirmó.

La mayoría de los 600 habitantes de La Iglesuela del Cid ha mostrado su oposición a la decisión episcopal que prohíbe el rodaje en la región de nacimiento de Luis Buñuel. La reunión entre el alcalde de La Iglesuela del Cid y el obispo resultó en la tarde-noche de ayer un fracaso para las intenciones de la corporación municipal de que el responsable eclesial autorizara el rodaje.La noticia fue recibida como "un jarro de agua fría" por los miembros del equipo de producción y artístico, mientras Lombardero concluía las últimas tomas del día en el interior de una casona situada en el centro del pueblo. Las esperanzas que Josep Rusell, el director de arte, expresaba mientras tenía lugar en la capital turolense el encuentro entre el alcalde, Jesús Miguel Cruz, y el obispo, Antonio Algora, se tomaron en expresiones de decepción. Los vecinos tampoco se lo esperaban, pero apenas querían comentar en público el asunto.

El obispado de Teruel hizo público anoche un comunicado en el que se afirma: "Este obispado sigue considerando que no es oportuno que se identifique un centro de profunda devoción popular con el mensaje de esta película y no encontramos motivos suficientes para que se nos quiera forzar a colaborar en ella prestando locales propiedad de la parroquia". A continuación se señala: "No nos queda más que lamentar la presión y manipulación a la que nos hemos visto sometidos un pueblo y sus, instituciones por el montaje publicitario efectuado con este motivo".

Días atrás el vecindario de La Iglesuela, en su mayor parte, ya había respaldado el acuerdo municipal adoptado por unanimidad por su corporación el pasado día 24. Ese día se autorizó, y se envió copia de ello al obispo, el rodaje en el entorno de la ermita, aunque no en su interior, lo que tampoco había sido solicitado por la productora de la película. La corporación entiende, como incluso se recoge en el acuerdo plenario citado, que salvo el edificio dedicado al culto, el resto es de uso popular.

En un comunicado hecho público antes de la reunión, el obispado manifestó para justificar su acto de censura: "Yendo al tema de la película, no nos parece que transmitir el mensaje de que un adolescente madura en base a relaciones sexuales con mujeres maduras -que, además, según el guión no se dan en un contexto de amor sino en un contexto más oscuro de chantaje, adulterio y prostitución- sea un mensaje que contribuya al desarrollo humano de nuestra gente y al que deba prestarse la Iglesia".

"Escenas normales"

El rodaje de En brazos de la mujer madura continuaba ayer su ritmo habitual en La Iglesuela del Cid, con la presencia de la actriz norteamericana Faye Dunaway y Miguel Ángel García. Mañana está prevista la llegada del resto de los actores, entre ellos Imanol Arias y Juan Diego Botto. Hasta ahora, las escenas rodadas en el pueblo turolense han sido en interiores. El próximo lunes estaba previsto el comienzo del rodaje en lo s alrededores de la ermita.Según el director, los exteriores previstos en la ermita son , "unas escenas normales". "Más que una ermita es un convento con un patio bellísimo, donde tenemos previsto montar el batallón de mando de un grupo anarquista", señaló Lombardero, para quien "la película no es erótica, sino sensual". En el comunicado, el obispado afirma: "No consideramos oportuno que se identifique un lugar abierto al culto y de profunda devoción popular con el contenido religioso-moral subyacente en la película".

En brazos de la mujer madura está basada en la obra del mismo título del escritor húngaro Stephen Vicinczey. El guión ha sido escrito por Rafael Azcona, quien ha trabajado muy estrechamente con Manuel Lombardero y el autor de la novela. La obra narra las aventuras y amores del joven Andrés Vajda (Andrés Vila en el filme), cuya iniciación sexual corre a cargo de mujeres maduras. El libro se sitúa en la Hungría de 1945, pero en la película pasa a la guerra civil española.

Lombardero negó ayer que haya habido inconvenientes con Stephen Vicinczey, quien había denunciado problemas con el contrato de venta de los derechos de la obra. "Lo único que hay es una diferente interpretación del contrato entre Vicinczey y el productor del filme, Andrés Vicente Gómez".

El vicario general del obispado de Teruel, Vicente Altaba, señaló ayer: "Queremos dejar bien claro que no prohibimos el rodaje de una película". El vicario señaló que le habían sido ofrecidos a la productora otros lugares semejantes del pueblo.