Juzgan en Brasil a los policías que asesinaron a ocho 'niños de la calle'

Con la sonrisa deformada por una parálisis facial, el joven Wagner Dos Santos ratificó ayer que estaba dispuesto a declarar como principal testigo de cargo ante el jurado que se ocupa de la matanza de ocho chicos de la calle, perpetrada por un grupo de policías el 23 de julio de 1993. Ayer comenzó el juicio del primero de los acusados, el policía Marcos Vinicius Borges Emmanuel.Wagner desembarcó en Río de Janeiro el sábado pasado vistiendo un chaleco antibalas, procedente de Zurich, donde vive actualmente bajo la protección de organizaciones de defensa de los derechos humanos. Hablando con dificultad debido a una bala que tiene alojada en la médula espinal, el testigo ratificó que puede reconocer a los hombres que casi lo mataron. Tras examinar varias fotografías de los archivos de un periódico local, Wagner identificó sin titubear a uno de los acusados, el agente Carlos Liaffa, como el policía que disparó sobre él.

El acusado niega los cargos y la defensa aduce que la matanza pudo haber sido llevada a cabo por vigilantes privados. Pero, además Wagner, acusa a otro de sus posibles compinches, el policía y asesino confeso Nelson Dos Santos Cunha.