Dos bosnios mueren tras atacar civiles serbios un convoy cerca de Sarajevo

Dos bosnios musulmanes murieron y otros diez resultaron heridos al impedir un numeroso grupo de civiles serbios que volvieran a sus casas en un convoy de autobuses que se dirigía desde Sarajevo al vecino Trnovo, en territorio serbobosnio. Un portavoz de la OTAN confirmó las muertes."Dentro de esas cifras hay que incluir al menos a tres personas que yacen todavía en un campo de minas y a los que estamos intentando sacar mediante helicópteros", indicó el comandante de la OTAN Simon Haselock. Al parecer, varios bosnios musulmanes trataron de evitar a la muchedumbre que atacó con palos, piedras y palas al convoy y se internaron en un campo de minas. Fuentes de la OTAN admitieron que al menos una de las víctimas mortales podía haber sido causada por un disparo. Los incidentes forzaron el regreso del convoy, que iba escoltado por blindados de la OTAN.

Las dificultades comenzaron en Kijevo, a medio camino, donde 30 o 40 serbios bloquearon el convoy y rompieron los cristales de los vehículos. La policía serbobosnia no actuó para impedir los incidentes, ni tampoco los soldados franceses de la OTAN que acompañaban a los alrededor de 500 musulmanes que viajaban desde Dobrinja para visitar las tumbas de sus seres queridos. Los ataques se reprodujeron más adelante, en las cercanías de Trnovo, donde los serbios que esperaban a los autobuses eran ya más de 300. Las tropas francesas de escolta aconsejaron a los musulmanes regresar a Sarajevo.

En los últimos días, incidentes similares han impedido el regreso a sus hogares de numerosos refugiados en Bosnia. Alentados por sus dirigentes, los serbobosnios consideran la división administrativa interior de su territorio como una verdadera frontera, en la que los controles militares han sido sustituidos por civiles radicalizados. A pesar de sus reiteradas promesas, las fuerzas de la OTAN han sido hasta ahora incapaces de garantizar la libertad de movimientos en Bosnia, tal y como estipulan los acuerdos de Dayton rubricados por todos los bandos hace cinco meses. Trnovo, 30 kilómetros al suroeste de Sarajevo, cambió de manos tres veces durante la guerra y ha quedado bajo control serbio.

En la región sureña serbia de Kosovo, el autoproclamado primer ministro albanés advirtió ayer que la violencia étnica puede forzar a los albaneses, que son rnayoría abrumadora, a "adoptar nuevas medidas" para defenderse del hostigamiento serbio.

Bujar Bukoshi ha escrito a la presidencia de la Unión Europea señalando que la continuación de la actual oleada de enfrentamientos llevará a su organización a abandonar la política de resistencia pasiva.