Los jóvenes acusados de quemar vivos a cinco agentes de la Ertzaintza niegan su participación en el ataque
Aitor García Sánchez, Unai Erquis Urretavizcaya y Jon González, los tres jóvenes acusados de incendiar una furgoneta de la Ertzaintza con cinco agentes dentro, el 24 de marzo de 1995 en Rentería (Guipuzcoa), se declararon ayer inocentes durante el juicio celebrado en la Audiencia de San Sebastián. El fiscal pide 340 años de cárcel y 400 millones de indemnización para las víctimas, cinco ertzainas que resultaron abrasados y dos chicas arrolladas por el vehículo policial.
Los acusados reconocieron que estaban en las proximidades del lugar donde la furgoneta de la Policía Autonómica Vasca se convirtió en una bola de fuego, después de ser alcanzada por varios cócteles molotov, pero negaron cualquier relación con el sal vaje ataque. El atentado contra la Ertzaintza se produjo durante una jornada de lucha convocada en el País Vasco tras la aparición en Alicante de los cadáveres de Lasa y Zabala, secuestrados doce años antes en Francia. Aitor García Sánchez, de 20 años, dijo tener "sus ideas", en alusión a su afinidad con grupos radicales, pero aseguró que nunca quemaría a un ertzaina, ya que su único hermano pertenece a la Policía Autónoma.
En un registro realizado en su domicilio se encontró una carpeta con un dibujo en el que aparece un ertzaina con la cabeza cortada y una selección de pegatinas en contra de la Policía Vasca. Aitor alegó que tanto el dibujo como las pegatinas se las habíandado para su colección.
Jon Ander González, de 19 anos, manifestó pertenecer a Senideak, la agrupación de familiares de presos de ETA, y a las Gestoras pro Amnistía pues tiene a sus padres en la cárcel. Ambos están acusados del secuestro en Guipúzcoa, en julio de 1985, del empresario Angel Carasusan.
"Teniendo lo que tengo en casa no me voy a jugar mi situación participando en acciones como la que ocurrió", dijo en su defensa. El fiscal asegura que fue Jon Ander González quien gritó "¡ahora! ¡ahora!", dando la orden para que se iniciara el ataque contra la furgoneta.
Unai Erquis Urretavizcaya, de 23 años, reconoció su pertenencia a Jarrai, organziación juvenil de KAS, pero negó al igual que sus compañeros de banquillo haber participado en el atentado. Aunque reconoció que estaba en la plaza donde se produjo el atentado, dijo que ni siquiera vio a los encapuchados que lanzaron los cócteles molotov.
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