_
_
_
_

Los invisibles ya son visibles

Los inmigrantes extracomunitarios en la UE -un 2,5% de sus 345 millones de habitantes- afrontan una atmósfera hostil. "El problema es que antes los inmigrantes de piel oscura no eran visibles, y ahora sus hijos, que además están parados, llenan los centros urbanos. Son muy visibles", dice Javier Leúnda, antropólogo y director pedagógico del Centro de Acción Intercultural de Bruselas. "En la capital belga, sobre un millón de habitantes, hay un 27% de inmigrantes, 100.000 de ellos de origen magrebí. La minoría de origen alemán son 70.000 personas y cuentan con asamblea e instituciones, y la minoría judía, ligada tradicionalmente a sectores como los diamantes, apoya a Israel y nadie dice nada. En cambio los magrebíes, que son 130.000, no tienen ninguna institución para ellos. Y su simpatía por la Libia bombardeada por Estados Unidos, o por Iraq en la guerra del Golfo, es vista como amenazante".Bélgica es un país paradigmático, pues históricamente fue el segundo europeo en completar la revolución industrial, y desde 1919 recibe inmigración. Pero el pasado día 4 acaba de reformar su ley y de, "en la línea de los acuerdos de Schengen, asimilar a los demantes de asilo a emigrantes ilegales disfrazados", dice Leúnda.

Más información
Los ciudadanos de la UE rechazan la ofensiva oficial para desmantelar el Estado de bienestar
El complejo del niño aplicado

Modelo alemán

Alemania, motor de todas las políticas de la UE, también se erige como modelo en lo referente a inmigración. "Según estadísticas de 1994, hay siete millones de inmigrantes en Alemania, lo que equivale a un 8,6% de la población; y, contando con los niños pequeños, llegaría a un 14%", dice Vicente Riesgo, doctor en Sociología, residente en Bonn y estudioso de temas de integración de minorías. "De cada cuatro inmigrantes, tres procede de fuera de la UE. Los turcos son el porcentaje mayor, 28%, dos millones. Los españoles son sólo 132.355".Los refugiados y solicitantes de asilo se han convertido, cuando menos, en sospechosos, aunque los atentados xenófobos siguen señalando a los turcos como cabezas de turco. "Se reformó la Constitución, que protegía a los perseguidos políticos", dice Riesgo, "y se atacó el derecho de asilo. Hoy hay en Alemania 1,7 millones de refugiados y 415.000 solicitantes de asilo de los que se habla mucho. Sin embargo, los 500.000 inmigrantes de origen étnico alemán, procedentes sobre todo de la ex-URSS, ni siquiera son considerados inmigrantes".

"No se pueden poner puertas al campo", concluye Riesgo. "El nuevo ordenamiento legal crea bolsas de inmigrantes clandestinos y un auténtico subproletariado. Sirve como pretexto para que se intenten recortar los gastos sociales".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_