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Reportaje:

"Quiero ligar contigo"

Un seminario universitario enseña a los jóvenes cómo afrontar las relaciones de pareja

"No vamos a enseñar trucos infalibles para ligar y se decepcionará quién haya venido creyendo que va a aprender habilidades pasmosas. No vamos a crear don juanes o doñas juanas. Venimos a reflexionar", asi presentaba el psicólogo clínico y especialista en sexología José Luis García, de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), el seminario sobre Ligue, amor y deseo en los jóvenes, iniciado la pasada semana, entre la expectación de los alumnos, cámaras de televisión y periodistas de diferentes medios informativos. Las risas acompañan la frase del profesor "éstáis pasando a la historia del interés sexual en la universidad".El atractivo título de Quiero ligar contigo, atrajo la atención de varios cientos de alumnos, aunque al final sólo 40 personas, 20 chicos y 20 chicas de 17 a 22 años, han podido participar en el mismo. "El por qué de esta expectación es bien sencillo", indica García. "El amor, el sexo y el afecto son temas omnipresentes en el ser humano y nos damos cuenta de que no son abordados con la frecuencia y la seriedad que se merecen. Hace ocho años hubo en esta universidad una asignatura de sexología y educación sexual que duró dos años. Otra mano negra borró de un plumazo tres cursos de doctorado sobre el asunto y, afortunadamente, esta vez han sido los propios alumnos los que han pedido el seminario".

Dramatizaciones

La necesidad o conveniencia de aprender cómo se inicia una relación de pareja, cómo se mantiene y, en su caso, cómo se afronta una ruptura sentimental, impulsó a un grupo de alumnos de la UPNA, a organizar el seminario. Para ello acudieron al profesor José Luis García, un profesional con una larga experiencia en materia de educación sexual en jóvenes y adolescentes y un largo currículo de cursos, publicaciones y atención a jóvenes en todos los ámbitos de la sexualidad.García insiste, en que no se trata de impartir lecciones magistrales o de poner notas a exámenes, al tiempo que propone un primer juego, una primera dramatización, con dos alumnos voluntarios, que recoge una situación de deseo de inicio de una relación físicoemocional malograda por una respuesta inadecuada.

"Todás las personas tienen capacidades y recursos para establecer relaciones satisfactorias con otras personas a las que desean", afirma el profesor. "Recientemente he asistido a un curso para ciegos y he aprendido que éstos se enamoran muchas veces por el olor y las palabras. Las habilidades personales son innatas y se basan en la sinceridad", añade.

Las palabras de García, que se maneja con gran desenvoltura, sueltan las lenguas de los alumnos. Éstos constatan que hablan muy poco de esta materia con las personas de sexo contrario, que utilizan el alcohol para vencer su timidez, que usan giros del lenguaje dando por sobreentendidas emociones o sentimientos que pueden ser equivocados y provocar situaciones de tensión difíciles de superar y que las mentiras, las exageraciones, los tópicos y los arraigados prejuicios envuelven este mundo del ligar.

"Debéis aprender a expresar la verdad, a decir lo que pensáis y lo que queréis. Éste es, ante todo, un seminario sobre sinceridad", repite José Luis García, "un curso para ser capaces de hablar de relaciones sexuales sin que éstas sé asocien necesariamente a problemas de salud como el sida. Quizá", añade ante un atentísimo auditorio, "si se hablara más del tema antes de ejercitar prácticas sexuales las cosas irían mejor. Ojalá este curso sirva también como prevención del sida o de posibles abortos".

El seminario se calienta con uno de los juegos propuestos por el profesor. En un plazo de 10 minutos los alumnos deben rellenar una ficha con los nombres de otros alumnos que respondan, en un batiburrillo jalonado de risas y nervios, a unas preguntas establecidas. Entre ellas hay algunas como "le gusta tu mirada", "tiene fantasías sexuales atrevidas", "te dice alguna cochinada al oído", "te da un beso", "te provoca deseo sexual", "no te importaría seducirlo-a" o "te enseña el ombligo".

Conforme avanza esta primera clase del seminario se hace patente la necesidad de orientar a los jóvenes sobre, cómo iniciar o mantener relaciones de pareja y la conveniencia de borrar los clichés en este juego de roles teñido del miedo al que dirán, necesitado de una profunda autoestima personal y presionado por comportamientos ajenos.

Poco a poco, con humor ("en Pamplona ligar no es un problema, es un milagro..."), con reflexiones teóricas ("el modo en que se dicen las cosas es esencial. Hay que utilizar las palabras adecuadas, con educación, eliminando el sarcasmo y el desprecio") y con juegos de ejemplos ("no todo el, mundo tiene los mismos gustos. Hay que aceptar un no por respuesta y reconocer que todas las personas tienen un territorio personal alrededor de su cuerpo al que no se puede entrar sin su permiso"), José Luis García va creando confianza y acercando situaciones reales al curso.

Cuando los periodistas y las cámaras ya no estén, los jóvenes seguirán aprendiendo (el seminario termina a fines de mayo) a expresar sus sentimientos, a hablar de sexo y ligue con naturalidad, "y la universidad habrá ganado un espacio importantísimo de apertura en las relaciones humanas", señalan los responsables.

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