"Siento que empiezo una nueva etapa"

Con una historia claustrofóbica, tres actores y dos decorados, Imanol Arias ha iniciado su carrera como director. Un asunto privado, protagonizada por Pastora Vega -su mujer-, Jorge Perugorría y Antonio Valero, se estrena el 3 de mayo. La película, una historia a la que llegó por encargo, trata de unos personajes que viven en ninguna parte y cuya relación es intensa. A sus 40 años, al que fuera galán del cine español le han salido canas y está encantado de encarnar a personajes maduros como en la película África. "Siento que empiezo una nueva etapa".Pregunta. ¿Cómo ha llegado a la dirección?

Respuesta. Un asunto privado nace de un proyecto de hacer seis películas con seis directores nuevos. Eran películas baratas y rodadas en poco tiempo. Se hizo una llamada general para pedir guiones, y, de los seleccionados, el primero que surgió fue éste.

P. Una vez terminado el filme, ¿qué valoración ha hecho de su trabajo como director?

R. La película, claustrofóbica, está basado en el trabajo de los actores, y en este sentido estoy contento. La otra parte del proyecto era hacer la película en unas condiciones determinadas y que no saliera descalabrada; o sea, lo que es el trabajo de oficio también se ha hecho. El término satisfacción es muy complicado. Una primera película es un recorrido con buenas intenciones que tienen que concretarse en futuras películas.

P. Me imagino que era consciente del riesgo.

R. Había varios riesgos. El primero, que fuera capaz; el segundo, que fuera capaz de hacerlo en unas condiciones determinadas. Una primera película no tiene por qué convertirse en un caos o una catástrofe. Luego estaba el riesgo de la valoración. Los dos primeros los afrontaba con tranquilidad. Llevo 30 películas y sé lo que es un trabajo de responsabilidad. El riesgo de que la, película interesara o no lo asumí como se asumen estas cosas, muy conscientemente.

P. ¿Ha pensado en las críticas?

R. Evidentemente, una primera película siempre tiene el componente de que en el balance final está el resultado de la película, qué es lo que aporta, qué pasa con ese nuevo director. Más que nunca, la crítica tiene un valor importante.

P. Como director, ¿ha comprendido mejor las angustias de un actor?

R. En eso he basado toda mi labor como director, en el conocimiento de los actores, y más en esta película, en la que era necesario que los actores elaboraran personajes ante la locura de algunas situaciones, desde una libertad absoluta y una entrega que es siempre dolorosa. Con la tranquilidad que te da ver que el que se despelleja es el actor, pero con el conocimiento que tienes de cómo ayudarle.

P. ¿Cree que su nombre puede ser utilizado como gancho comercial y que la película se pueda ver de manera distinta a si no fuera usted un actor de peso?

R. Ambas cosas tienen las mismas posibilidades. El que te afecte o no depende del valor que le des al éxito o al fracaso. Las películas, antes de existir, tienen que tener un interés. En ésta puede que lo tenga, porque la he hecho yo, pero también supongo que será vista con dureza, aunque no espero animosidad.

P. Usted ha resaltado la valentía de su mujer trabajando en esta película.

R. La relación director-actor en un rodaje se plantea desde la magia, casi desde el desconocimiento, desde la libertad absoluta. El personaje que interpreta Pastora es muy complicado, duro, desde el que se plantea la película, el que la provoca, el que le da el color. Y es valiente por aceptar hacer mi primera película, que es su primer protagonista. Descubres que no la conoces tanto como tu crees y eso es fascinante. Jorge es uno de los mejores actores que yo he visto en mi vida, además de un gran tipo, me ha enseñado muchas cosas

P. ¿Le han quedado ganas de dirigir una segunda?

R. Sí. Pero con los tiempos adecuados: de pensar una historia que escriban unos guionistas y acompañar todo el proceso creador.

P. Después de años casi en solitario como galán del cine español, ¿cómo lleva la aparición de nuevos actores?

R. Me parece fantástico, porque ya no hay necesidad de abarcar tantas etapas. Me encanta hacer de padre ya en mis películas. Siento como que empiezo una nueva etapa. Me encuentro mejor que nunca.