González asegura que está "muy preocupado" por el contenido del acuerdo del PP con CiU

, Se acabó el sosiego. El presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, aseguró ayer a sus compañeros de la Ejecutiva Federal del PSOE que la tranquilidad que disfrutaba desde la noche electoral del 3 de marzo se ha esfumado. "Han vuelto a conseguir que me preocupe". La causa de su desasosiego tiene que ver con el acuerdo sobre financiación autonómica que está a punto de cerrarse entre el PP y Convergéncia i Unió (CiU). El análisis de los socialistas les lleva a decir que puede romperse el equilibrio entre la Hacienda del Estado y las autonómicas, y que peligra la cohesión social y territorial.

En la tercera reunión de la ejecutiva desde el 3 de Marzo, la atmósfera fue más sombría que en las anteriores, en las que todavía notaba la satisfacción por no haber sufrido la derrota estrepitosa que anunciaban las encuestas.En las dos primeras no tenían datos suficientes para dar una opinión fundamentada -respecto a: las negociaciones sobre la financiación autonómica. Ahora los tienen, e incluso -el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, fue invitado ayer a explicar el problema- en. el órgano de dirección socialista.

En la ejecutiva expusieron su opinión sobre estos asuntos Txiki Benegas, secretario de política institucional; los presidentes autonómicos José Bono (Castilla-La Mancha), Juan Carlos Roidriguez Ibarra (Extremadura) y Manuel Chaves (Andalucía), y el responsable federal de administración y finanzas Francisco Fernández Marugán. Cerraron la reunión Alfonso Guerra y Felipe González.

Para el jefe del Gobierno saliente, hay muchas preguntas que Aznar tendrá que responder ante la opinión pública y la oposición. Por lo que sabe, se detectan problemas evidentes en el nuevo modelo de financiación, que hará imposible", según él, la reducción del déficit. Hay problemas legales, ya que los acuerdos obligarán a reformar varias leyes, como la del IRPF, la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y los estatutos de autonomía.

Además, los socialistas creen que los acuerdos conducirán a 15 modelos diferentes de IRPF, por lo que se puede dar la situación de que en España existan "paraísos fiscales".

El secretario de organización, del PSOE y portavoz de la ejecutiva, Cipriá Ciscar, aseguró que hubo consenso entre los miembros de la dirección en dejar ante la opinión pública varias preguntas, en lugar de conclusiones, ya que éstas las sacarán cuando se conozcan en detalle el contenido del pacto. Las preguntas tienen que ver con el coste financiero de esta operación; el origen de ese dinero, y si ello repercutirá en un deterioro de los servicios sociales para que no suba el déficit público.

Al margen de las críticas dentro de la ejecutiva, varios dirigentes socialistas abrieron fuego públicamente contra el pacto. El líder de los socialistas gallegos y alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, advirtió que los planteamientos de ambos partidos pueden llevar a una "nueva Edad Media de los comuneros o las germanías, en las que se habla desde Extremadura, Andalucía, Cataluña, el País Vasco o Galicia, y no desde España, cuando hay un problema fundamental, como la convergencia europea".

Vázquez calificó la negociación de "sainete" y aseguró: "Se intenta vestir y dar contenido a un acuerdo alcanzado ya el 4 de marzo (el día siguiente de las elecciones), pero al final todos sabemos que, como en el Tenorio, don Juan muere, pero doña Inés lo salva".

Francisco Fernández Marugán dijo que los acuerdos son "débiles, pobres e interesados", y "ponen de relieve la debilidad del liderazgo de Aznar, que ha intentado entablillar un pacto con Pujol".