El ministro de Defensa ruso rechaza el plan de Yeltsin para Chechenia

El ministro de Defensa de Rusia, Pável Grachov, evidenció ayer ante la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento) que existen serias diferencias sobre el modo de resolver la guerra de Chechenia entre él y Borís Yeltsin, que, como presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, es su superior en lo civil y en lo militar. Aunque formalmente ofreció su dimisión, el ministro pasó en la práctica a la ofensiva contra el jefe del Estado, y dijo que, como resultado del plan de paz de éste, el "enemigo podrá reorganizarse, cobrar fuerzas y realizar operaciones de envergadura".

Grachov se refería a los sucesos que ocurrieron el 16 de abril en las inmediaciones de la localidad de larish-Mardy, en el distrito de Shalí, a una cincuentena de kilómetros al sur de Grozni, cuando una columna de una treintena de vehículos blindados y tanques, en la que viajaban 199 hombres, entre ellos 29 oficiales, sufrió un ataque por sorpresa de los independentistas chechenos que, según el ministro, se saldó con 53 muertos y 52 heridos ;La tragedia provoco ayer un verdadero escándalo en la Duma, que atribuyó los sucesos a la "irresponsabilidad de los jefes militares" y a la "intolerable y peligrosa actitud de los dirigentes del país hacia el Ejército", en una disposición aprobada de forma casi unánime por la Cámara (377 votos a favor, una abstención y un voto en contra). En esta disposición, la Duma pidió al presidente que declare una jornada de luto nacional y ordene una investigación con todas sus consecuencias para los altos cargos. Asimismo, la Duma solicitó al fiscal general del Estado que abra un expediente criminal sobre el caso.

Los diputados se reunían ayer por primera vez desde que comenzaron a filtrarse detalles sobre la emboscada. La indignación de los legisladores era tal que obligó a Yeltsin a reaccionar y ensombreció la imagen de dominio de la situación que el presidente quería producir con motivo de la cumbre de seguridad nuclear de Moscú. En este acontecimiento, el presidente ruso actúa como anfitrión de los dirigentes de los siete países más industrializados del mundo. En lugar de poder jactarse de los éxitos en su plan de regulación pacífica y de la retirada de un batallón, el presidente Yeltsin dijo estar "consternado" por las muertes en la emboscada, y afirmó que la "dirección militar es culpable y responderá en consecuencia".

Con todo, el líder ruso manifestó que persiste en su plan de regulación pacífica y en la organización de conversaciones. Sin embargo, desde Grozni, el comandante de las fuerzas federales en Chechenia, Viacheslav Tijomírov, se manifestó en contra de los planes presidenciales de diálogo con los independentistas. "Cualquier intento de establecer contactos con los líderes [separatistas chechenos] les dará la impresión de que están haciendo lo correcto", declaró Tijomírov. Por su parte, el dirigente checheno promoscovita Doku Zavgáiev dijo que la retirada de tropas se ha interrumpido temporalmente.