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Comienza hoy en Moscú la cumbre del G-7 dedicada a la seguridad nuclear

Pilar Bonet

El Kremlin tratará de evitar que las preocupaciones internacionales por la seguridad de instalaciones y depósitos nucleares, así como por el contrabando de sustancias radiactivas, se centren exclusivamente en Rusia y en el territorio soviético durante la cumbre de dos días que s líderes del G-7, el grupo de países más industrializados, inician hoy en Moscú con el líder o, Borís Yeltsin, como anfitrión.

A la cumbre del Grupo de los Siete asiste también el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, ya que el futuro de la central nuclear de Chernóbil es uno de los temas centrales del debate. Los países occidentales quieren que se cierre la central nuclear, que hace 10 años fue escenario del peor accidente de la historia civil de la energía atómica, y han ofrecido unos 3.000 millones de dólares (375.000 millones de pesetas) en compensación por la clausura de las instalaciones. Sin embargo, es previsible que Kuchma abogue por un mayor compromiso financiero de Occidente con el fin de hacer frente a los numerosos gastos que comporta el cierre de la central tanto por la. energía que se dejaría de producir como por los problemas sociales de las miles de personas que hoy están empleadas, en Chernóbil. En la antigua URSS funcionan aún 15 centrales nucleares del mismo tipo que la de Chernóbil.Durante la cumbre, los líderes de Rusia, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá aprobarán declaraciones conjuntas sobre la seguridad nuclear y la prohibición global de las pruebas nucleares, que se discute actualmente en Ginebra, y las medidas a tomar para prevenir el contrabando de materiales nucleares e incrementar la cooperación internacional en ese aspecto. La cumbre abarca tanto la seguridad de las centrales nucleares como de los depósitos procedentes de los arsenales soviéticos desmantelados en función de los acuerdos de desarme.

A pesar del carácter especiafizado de la cumbre, es previsible que se discuta la situación en Oriente Próximo o que Moscú intente aprovechar la oportunidad para hacer alguna declaración con el fin de evitar que la OTAN se amplíe al Este de Europa. El asesor de Seguridad de Yeltsin, Yuri Baturin, dijo ayer que el presidente podría insistir en su idea de que los países con arma! nucleares deben concentrarlas en su territorio. Baturin se mostró también muy favorable a la creación de una zona desnuclearizada en Europa Central y del Este.

Entre Rusia y los países occidentales existen divergencias en vanos puntos, entre ellos la forma de tratar el plutonio eliminado de las armas nucleares, que los rusos insisten en convertir en combustible para uso civil, mientras los occidentales han sido más partidarios de almacenar. Otra divergencia tiene que ver con la verificación de los orígenes del uranio procedente de armas nucleares que Rusia a vendido a EEUU en el marco de un acuerdo firmado en 1994.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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