_
_
_
_

El estancamiento europeo fuerza al FMI a bajar el crecimiento mundial de 4,1% a 3,8% en 1996

Victoria Carvajal

ENVIADA ESPECIALLa fuerte desaceleración del crecimiento en la Unión Europea, especialmente en Alemania y Francia, ha obligado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a revisar a la baja, del 4,1% al 3,8%, sus previsiones de crecimiento para el mundo en 1996. En su informe de primavera sobre el Panorama Económico Mundial, el FMI señala, no obstante, que este parón quedará superado en el segundo semestre del año. Para vencer más rápidamente el actual receso, el Fondo insta a Alemania y a las economías que forman el núcleo duro de Europa, cuyas divisas no se han devaluado, a rebajar aún más sus tipos de interés. Hoy el Bundesbank estudia rebajar sus tipos.

Más información
Un pero a EE UU

El informe presentado ayer por el Fondo ofrece un panorama bastante optimista sobre la economía mundial. Los expertos de esta institución aducen varias razones para creer que los países industrializados crecerán de forma estable en los próximos meses. Las presiones inflacionistas están bajo control. Los tipos reales a largo plazo, siguiendo la bajada registrada, en las rentabilidades de los activos públicos, se han reducido sustancialmente, debido en parte a los esfuerzos de consolidación fiscal de la mayoría de los gobiernos. Los precios de los valores de Bolsa han seguido subiendo reflejando la mejora de los resultados de las empresas y los menores costes financieros. Y, por último, el Fondo cita al mayor equilibrio entre los tipos de cambio de las principales divisas (dólar, marco, yen).El FMI felicita a los países periféricos, entre ellos España, que han registrado tasas de crecimiento mayores y más estable, controlado la inflación y reducido sus déficit.

Punto negro

Alemania, Francia y los países europeos más ligados al marco alemán (Austria, Bélgica, Holanda y Dinamarca) representan el punto negro en el panorama económico mundial. El FMI vaticina que la hasta ahora locomotora europea crecerá sólo el 1% este año y Francia, el 1,3%, una perspectiva que presionará aún más sus elevadas tasas de paro. El momento y la fuerza de la esperada reactivación de estos dos países, señala el FMI, "no están todavía claros".La organización internacional considera "esencial" estimular estas economías para conseguir que el paro descienda en estos países y facilitar su consolidación fiscal. "De lo contrario, un periodo prolongado de crecimiento débil agudizaría las dudas sobre el calendario de la unión monetaria y provocaría tensiones en los mercados financieros", señala el informe difundido ayer por el organismo mundial.

El informe critica abiertamente la combinación de políticas fiscal y monetaria seguida en estos países. Si bien el FMI alaba los esfuerzos de consolidación fiscal, considera que han sido demasiado restrictivos en el frente monetario. "Quizás porque a mediados del año pasado nadie podía preveer que el estancamiento iba a ser tan fuerte", explicaba ayer en una conferencia de prensa el economista jefe del FMI, Michel Mussa.

No obstante, el FMI está convencido de que aún se está a tiempo para rebajar los intereses y asegurar un crecimiento sólido en Europa. El FMI cree que Alemania, cuyo banco central (Bundesbank) se reúne hoy, tiene margen para reducir más sus tipos de interés sin poner en peligro la inflación. Tanto los tipos a corto como a largo plazo en Alemania son "significativamente más altos" que, en los existentes en Estados Unidos y Japón en momentos comparables del ciclo. Los elevados déficit públicos europeos explican en parte esta diferencia, añade el Fondo Monetario.

Además, el efecto expansivo de las rebajas de intereses aplicados desde mediados de 1995 se ha visto "absorbido", prosigue el informe del Fondo, por la apreciación de los tipos de cambio del marco y las monedas de su entorno frente al resto de las divisas europeas.

El Fondo destaca, precisamente, la espectacular diferencia entre la evolución de los países del núcleo duro y las economías periféricas. Una apreciación que, según fuentes del Fondo, ha disgustado a los representantes alemanes y franceses, que entienden de alguna forma el Fondo está legitimando las devaluaciones competitivas de muchos de sus miembros.

Crecimiento

En el informe se señala que,los países cuyas monedas se depreciaron en 1992-93, como es el caso de España, el Reino Unido e Italia, el crecimiento ha sido mayor y más estable. Para España prevé un crecimiento del 2,7% en 1996 y del 2,9% para 1997.El fuerte aumento de las exportaciones explica en parte este mejor comportamiento, aunque el Fondo destaca además su capacidad para combatir con éxito la inflación pese al efecto negativo que tiene sobre la misma las devaluaciones. Señala que este grupo de países ha sido capaz de combinar mejor las políticas fiscal y monetaria. Siendo restrictivos en el frente presupuestario, han sabido reducir a tiempo los tipos de interés sin poner presión sobre los precios.

Frente al incierto panorama europeo, la institución multilateral confía en que Estados Unidos siga creciendo de forma estable, un 1,8%, y sin presiones inflacionistas. El temor a que el crecimiento se frenara en 1996 se ha disipado con la publicación de espectaculares datos de creación de empleo en los primeros meses de este año.

El comercio mundial, según las previsiones revisadas, crecerá el próximo año el 6,4%, una décima menos que la prevista en octubre pasado. Los precios al consumo, por su parte, aumentarán el 2,3%, tres décimas menos que las previstas en la anterior reunión y los tipos de interés lo harán en el 5,4% para los depósitos en dólares, con una mejora de ocho décimas, y el 3,3% para los que están en marcos, con una mejora de 1,9 puntos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_