Beirut vuelve a sentirse solo

La diplomacia libanesa trataba ayer de minimizar en público su desencanto por la actitud pasiva de Europa y del mundo árabe frente a la virulenta ofensiva israelí y, comprensiblemente, era aún más cuidadosa de siquiera mencionar el curioso silencio de Siria, que sólo ha advertido a Washington que puede perder su papel de mediador en Oriente Próximo por su apoyo a Israel en la operación Uvas de la Ira. Mientras el primer ministro Rafic Hariri se reunía con Hosni Mubarak en El Cairo y con Jacques Chirac en París en un intento por impedir que la escalada de violencia se escape de todo control y termine por arruinar los planes de reconstrucción del Líbano, muchos libaneses se preguntaban dónde está la defensa que les prometió Damasco.Líbano y Siria son signatarios de un pacto de defensa mutua, pero en la actual crisis no ha habido ni una sola expresión de voluntad de llevar la letra a la práctica. Sólo un diario libanés, el matutino en francés L'Orient-Le Jour, se atrevió a sugerir que existe cierta desilusión, pero en términos que no apuntan sólo a Siria sino que engloban a todo el mundo árabe. "Líbano solo frente a la indiferencia del inundo", planteó el rotativo a toda página. A continuación apuntó que el Gobierno de Beirut no se hace muchas ilusiones en cuanto a su demanda de una reunión del Consejo de Seguridad, debate fijado para hoy.

Particularmente amargo aunque no sorprendente para los libaneses ha sido constatar que Estados Unidos nuevamente le ha dado la espalda a pesar de sus promesas de apuntalar la recuperación del país tras década y media de devastadora guerra civil. El ministro de Asuntos Exteriores, Fares Bueiz, declaró: "Consideramos la posición de Estados Unidos, que ha demostrado comprensión a los procedimientos de Israel en Líbano, inaceptable e ilógica. No estamos en contra de los esfuerzos de Washington para ayudar a Simón Peres en la campaña electoral israelí, pero al mismo tiempo esperamos que no sea a costa de nuestros derechos".