Las cajas muestran a Rojo su temor a que la reforma fiscal deteriore el déficit
Los representantes de las cajas de ahorros mostraron ayer al gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, su temor a que el proceso de convergencia de España quede deteriorado por ",cualquier reforma fiscal" que se lleve a cabo. El gobernador se reunió ayer con las cajas para transmitirles -como ya hizo con la banca- la necesidad de abordar sin demora la adaptación a la moneda única y de crear una comisión de trabajo conjunta para evaluar su coste. Las entidades de ahorro manifestaron que el coste debe ser asumido en su totalidad por los bancos y cajas y que no debe intervenir el Estado.
Luis Ángel Rojo cumplió ayer la segunda jornada de información a las entidades financieras sobre el proceso de adaptación del sistema financiero a la moneda única. La primera fue con los bancos antes de Semana Santa y ayer lo hizo con las cajas de ahorros, que se quedaron fuera de la anterior reunión, lo que originó suspicacias y malestar entre sus representantes. A la comida con el gobernador acudieron los máximos responsables de estas entidades, con Braulio Medel, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), al frente, y de alguna de las principales cajas. Estuvieron el director general Juan Ramón Quintás; el presidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, y el director general de La Caixa, Josep Vilarasau, entre otros.La principal preocupación mostrada por las cajas al gobernador se centra en el proceso de convergencia y las posibles incidencias que pueden tener en ella, sobre todo en la reducción del déficit público hasta el 3% del PIB o menos, los pactos políticos para formar Gobierno. Según fuentes del sector, el coste que puede acarrear una reforma del sistema fiscal mal instrumentada o sobredimensionada puede ser irreversible en ese proceso. Las cajas creen que hay que tener sumo cuidado en las cesiones del control sobre algunas partidas fiscales que se haga a las comunidades autónomas.
Medel también planteó al gobernador algunas quejas sobre el uso de los carteros por parte de la Caja Postal -entidad integrada en el grupo Argentaria que a pesar de su nombre tiene estatuto de banco- ahorrándose los costes que tienen el resto de las entidades financieras. El banco emisor, sin embargo, no tiene competencias sobre este asunto y lo que puede hacer es elevar sus quejas al organismo competente.
Medel, según explicó a la salida de la comida, manifestó que el coste que supondrá para bancos y cajas la adaptación a la moneda única debe ser asumido exclusivamente por las entidades sin participación del Estado. "No se puede predicar que va a haber unas ventajas para el sector financiero y luego decir que el contribuyente debe sufragar parte de los costes con cargo a las arcas públicas", dijo Medel. El presidente de la CECA respondía de esa manera al presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Leal, quien dijo que el Estado debía asumir en parte el coste de esa adaptación. En estas manifestaciones está latente el enfrentamiento entre cajas y bancos por la adquisición de bancos por parte de las primeras. Esta cuestión, sin embargo, apenas fue tratada, según las fuentes consultadas.
En la reunión se avanzó, en cualquier caso, en la formación de una comisión de trabajo para evaluar el coste de la adaptación así como otro tipo de acciones. Esa comisión estará formada por tres representantes de la banca y otros tres de las cajas. Entre estos tres se incluirá posiblemente un miembro de las cajas rurales, si bien, cabe la posbilidad que sea un séptimo miembro. A juicio de Medel, la comisión será fundamental para la colaboración entre bancos y cajas.
Hasta la fecha únicamente se han hecho aproximaciones sobre el coste que puede tener la adaptación -principalmente en equipos informáticos- y lo elevan por encima de los 100.000 millones de pesetas.
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