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El mercado secundario de deuda cayó un 10% el año pasado por la menor actividad de los inversores extranjeros

El mercado secundario de deuda pública sufrió el año pasado un revolcón causado, fundamentalmente, por la menor actividad de los extranjeros. El volumen de negociación ascendió a 1.037 billones de pesetas, un 10% menos que en 1994, según los datos aportados por el Banco de España en la memoria de la Central de Anotaciones correspondiente a 1995, dada a conocer ayer. El año pasado, sin embargo, supuso una vuelta a la normalidad en el mercado primario de. deuda pública ya que las emisiones se ajustaron a las necesidades de financiación del Estado.La caída en la negociación de deuda en el mercado secundario rompe una senda de. marcado y continuo ascenso que en los tres años anteriores a 1995 superó en media el 40%. La caída puede deberse, según el banco emisor, a una menor actividad de inversores no residentes, ya que el saldo medio anual de sus carteras a vencimiento descendió un 27%, si bien en datos de diciembre sobre diciembre aumentó.

Los inversores no residentes mostraron un comportamiento muy diferente al mantenido en 1994. A partir de mayo del año pasado, en un clima de expectativas bajistas sobre los tipos de interés, incrementaron sus carteras en 1,4 billones de pesetas, si bien la aportación efectiva de fondos a la financiación del Tesoro aumentó sólo en 42.000 millones ya que el resto se financió mediante operaciones simultáneas, gracias a un descenso de las adquisiciones temporales y un aumento de las cesiones temporales.

Las operaciones de lavado de cupón -cesiones temporales de deuda a extranjeros con pacto de recompra, para evitar la retención que practica Hacienda sobre las ganancias del capital- fueron especialmente importantes en el periodo entre finales de julio y finales de agosto del pasado año, donde cada semana se alcanzaban cifras superiores al billón de pesetas. A lo largo de 1995, se pidió la devolución de las retenciones fiscales sobre el 47,6% de los bonos y obligaciones en circulación.

El Banco de España afirma que el año pasado, a grandes rasgos, supone la vuelta a un esquema normalizado en el que las necesidades de financiación del Estado se atienden principalmente con emisiones de deuda pública. Esas necesidades alcanzaron 3,7 billones que se cubrieron con una emisión de valores por 3,1 billones, en términos efectivos; la toma de préstamos en moneda extranjera por un contravalor de 422.000 millones, y el uso de la cuenta en el Banco de España por 283.000 millones de pesetas. Un año antes, en 1994, el Tesoro emitió muy poco dada la crisis que atravesaba el mercado y los altos tipos de interés, mientras que en 1993 se sobreemitió ante la perspectiva del Tesoro de no poder acudir a la financiación del Banco de España.

El año pasado se fueron sustituyendo letras a seis meses por letras a un año y se emitió a más largo plazo. La emisión neta de letras fue de sólo 35.000 millones, mientras las emisiones netas a medio y largo plazo alcanzaron 3,6 billones de pesetas.

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