Talentos de La Puebla
Vicente Bejarano y Morante de la Puebla nacieron en la localidad sevillana de Puebla del Río, y los dos atesoran talento. Lo cual es novedad grata en los tiempos que corren y un honor para sus paisanos.Sus trayectorias taurinas son, sin embargo, muy diferentes. Vicente Bejarano ha cumplido los 23 años, esta es su séptima temporada como novillero con picadores y, a pesar de haber triunfado reiteradamente en la Maestranza, no le conceden la alternativa en esta plaza, porque su apellido pertenece a un modesto padre banderillero; Morante sólo tiene 16 años, lleva dos en el escalafón y tiene toda una vida por delante. La misma que tenía su compañero hace un tiempo.
Pero talento y personalidad no, les falta a ninguno de los dos toreros. Ambos lo demostraron sobradamente ante unos novillos de los hermanos Sampedro mansos y encastados que pusieron a prueba sus cualidades. Vicente Bejarano evidenció que es torero experimentado, conocedor de la lidia, dominador y poseedor de un valor sereno que le permitió plantar cara con rebosante torería a su primero, un novillo áspero al que doblegó con quietud y gran sentido de la ligazón. Sus derechazos y naturales tuvieron sabor y limpieza.
Sampedro / Bejarano, Rondino, Morante
Novillos de Hermanos Sampedro, desiguales de presentación, astifinos ymansos. Vicente Bejarano: media caída (ovación); pinchazo y estocada (vuelta). Miguel Ángel Rondino: media tendida y baja (silencio); media que asoma y estocada baja (silencio). Morante de la Puebla: estocada atravesada (oreja); tres pinchazos, estocada -aviso- y descabello (vuelta). Plaza de la Maestranza, 10 de abril. 1ª novillada de preferia. Menos de media entrada.
Injusticia taurina
En el otro de su lote, un auténtico toro de 509 kilos, pero muy manso y cobarde, se mostró valiente y se ganó una voltereta sin consecuencias. A pesar de su actuación relevante, no pudo cortar oreja, lo que, sin duda, supondrá un nuevo freno en sus aspiraciones como matador. Una injusta paradoja de los taurinos andantes.
Morante de la Puebla pudo abrir la Puerta del Príncipe si no pincha tres veces antes de estoquear al sexto de la tarde. A la faena de muleta le faltó profundidad y sosiego para ser merecedora de las dos orejas pero el toreo de este joven novillero, elegante, fino y aromático, caló muy pronto entre los aficionados.
Bien es verdad, sin embargo, que Morante posee un exquisito gusto con capote y muleta y maneja a la perfección los resortes del pellizco. Magníficas fueron las verónicas de recibo a su primero, muy noble, al que llevó toreado con lentitud y gracia en largas tandas por ambos lados. Emocionante fue su pelea con el quinto, un novillo encastado al que toreó con cierta rapidez, pero con gusto. Se respiraba entonces un ambiente triunfalista inmerecido -no había toreado con el capote-, pero el mal manejo de la espada impidió afortunadamente la polémica.
Rondino no tuvo buena suerte con su lote, pero su concepción del toreo también dejó que desear. Rápido y tenso, se mostró valiente aunque pasó desapercibido por la escasa profundidad de sus muletazos. Lo mejor lo realizó Rondino con el capote al quinto, al que recibió con unas ajustadas verónicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.