_
_
_
_

"El federalismo es interesante, pero ahora no sería posible"

Su nombramiento como presidente del Senado constituyó toda una sorpresa. Incluso, para el propio interesado. Juan Ignacio Barrero, de 52 años de edad, abogado y presidente del Partido Popular en Extremadura, asegura que, tras una semana desconcertante, ya ha vuelto "a coger sitio". Considerado por sus correligionarios y adversarios políticos como un hombre de talante dialoÉante, fue el artífice de la denominada solución extremeña: pactó con IU el control del Par lamento, y con el PSOE los presupuestos dela comunidad. Se muestra convencido de que el PP irá más allá que el PSOE en materia autonómica.Pregunta. Su designación para la presidencia del Senado fue una sorpresa incluso para usted.

Respuesta. Evidentemente, también lo fue para mí. Cuando José María Aznar me llamó para que le visitara en su despacho, la verdad es que -pensé que sería para hablarme de temas autonómicos, pero nunca para ofrecerme la presidencia del Senado.

P. Hay unanimidad sobre la reforma del Senado. ¿Pero en qué grado dependerá de los acuerdos que alcancen PP y CiU?

R. Creo, sinceramente, que no va a depender de los acuerdos. Hay un consenso general en la necesidad de reformar el Sena do para que se convierta en la Cámara de representación territorial que la Constitución prevé y que todos queremos, aunque está claro que ese consenso no es nuevo. En la anterior legislatura se creó la Comisión General de Comunidades Autónomas, que inició los trabajos en ese sentido. Como es un clamor y una necesidad que el Senado tiene que salir de la atonía en que se encuentra y hay que hacerlo operativo, re definiendo sus funciones y estructura, me da la impresión de que, aunque los pactos profundicen en uno u otro sentido, la re forma se va a poder acometer con un grado de consenso en esta legislatura.

P. ¿Qué entiende usted por hechos diferenciales?

R. Nadie duda de que hay comunidades autónomas que tienen un idioma distinto como pueden tener un folclor distinto, unas características distintas... Pero, de todas maneras, lo que está claro es que la Constitución habla de nacionalidades y de regiones. Eso ya es un hecho diferencial y, por tanto, no es algo que ahora tengamos que aceptar o admitir como cosa nueva. Simplemente, lo que tenemos que hacer es reconocer lo que dice la Constitución como un hecho que está ahí.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Hasta dónde puede llegar el Estado de las autonomías? ¿Al federalismo?

R. Manuel Fraga ha hablado de ello hace unos días y creo que lo que pretendía era presentar ante la opinión pública un debate sobre un tema controvertido, pero interesante. Aplicar ahora el federalismo no sería posible. Pero como elemento de discusión me parece que es interesante porque, entre otras cosas, la sociedad cambia y la política nunca puede quedarse detrás de la sociedad porque, entonces, no serviría absolutamente para nada.

P. ¿Cuál es en estos momentos el problema autonómico español?

R. Terminar lo que prevé el artículo octavo de la Constitución; es decir, tenemos que cerrar la cuestión autonómica poniéndonos todos de acuerdo en qué se puede transferir, qué es indelegable, qué se puede delegar.... para que, al final, todo el mundo sepa a qué atenerse y que nunca nadie pueda exigir más. Eso está incompleto y, naturalmente, hay que terminarlo cuanto antes. A mí me da la impresión de que también en esto cada vez hay más consenso. Lo que sí digo es que el PP tiene la intención de terminar de dibujar el mapa autonómico en cuanto a su contenido. Por ejemplo, otra de las intenciones que tenemos es, dentro de un plazo determinado, intentar igualar los techos competenciales. A mí eso me parece que es una gran voluntad autonomista.

P. ¿Irá el PP más lejos que el PSOE en materia autonómica?

R. Desde el absoluto respeto a los equilibrios territoriales, a la cohesión social, que nunca es incompatible con un proyecto nacional que representamos, estoy seguro de que vamos a ir más allá porque vamos a completar lo que hasta este momento todavía no está completo.

P. ¿Aboga usted, como Fraga, por un pacto de Estado para avanzar en el desarrollo del modelo autonómico? Él incluso propugna una conferencia de los 17 ?presidentes autonómicos. ¿Puede jugar en esto un papel importante el Senado?

R. Comparto absolutamente la idea del pacto. Esto es un tema de los que llamamos de Estado, que necesita el acuerdo más amplio y, si fuera posible, el de todos. Una conferencia de presidentes autonómicos en el Senado puede ser importante. Lo que pasa es que a su tiempo.

P. ¿Está a favor o en contra de la cesión del 15% del IRPF a las comunidades?

R.He estado siempre en contra de la cesión del 15% del IRPF. Incluso estuve de acuerdo en que se recurriera ante el Tribunal Constitucional. Distinto es que la corresponsabilidad fiscal, que es otra cosa, donde se puede tener hasta capacidad normativa en un tramo del IRPF, pueda ser uno de los componentes de la financiación de las comunidades. Naturalmente, con correcciones o compensaciones que hagan que, al final, la financiación para todos sea la justa y necesaria.

P.¿Comparte la opinión dequienes creen que el voto socialista en regiones como Extremadura y Andalucía es el voto vergonzante, del miedo, el subvencionado ...?

R. Me he negado siempre a hablar de voto cautivo o de voto vergonzante porque tengo un gran respeto a los ciudadanos extremeños y utilizar ese término me parece hiriente. Otra cosa es que en comunidades como Extremadura, que dependen mucho, muchísimo, del presupuesto, eso pudiera ser aprovechado en. algún momento por el poder establecido para condicionar el voto, pero nunca me oirán hablar del voto cautivo ni del voto vergonzante.

P. De entrada, no se admiten unos pactos puntuales entre el PSOE y el PP, pero en Extremadura se vive una situación muy especial: el PSOE gobierna en minoría, el PP e IU controlan el Parlamento y el PP y el PSOE han pactado los presupuestos. ¿La solución extremeña no es exportable a nivel nacional?

R. Si se dan las circunstancias que se dieron en Extremadura, puede ser exportable a nivel nacional. Quiero decir algo para que se entienda lo que hemos hecho en Extremadura. Yo he venido a la política a servir. Lo digo con sinceridad, aunque parezca una frase tópica. No entro en política para aprovecharme de nada ni de nadie, sino a quemarme si es necesario. Y, desde luego, entré para hacer cosas positivas desde la firmeza de mis convicciones y defendiendo mis ideas. Si pensaba hace ocho meses que era necesario un pacto con IU para que funcionara el Parlamento - regional, lo -hice, y ésa era una decisión que trascendía del puro partidismo. Si seis meses después entendí que Extremadura no podía permitirse el lujo de unos presupuestos prorrogados y, por tanto, era necesario pactar con el PSOE porque eso beneficiaba a todos los ciudadanos, fui y pacté. En definitiva, he hecho moralmente lo que políticamente creí que tenía que hacer.

P. ¿No sería descabellado, pues, pensar en hacer eso en España?

R. Si se dan las circunstancias de necesidad que en esos momentos se daban en Extremadura... En política, nada se puede excluir.

P. Tras pactar los presupuestos, extremeños con el PSOE, ¿ha tenido algún reproche dentro del PP?

R. En absoluto. Es verdad que fue una decisión personal mía, pero señalé entonces algo que el tiempo me ha dado después la razón. Dije que quizá estábamos haciendo historia. A lo mejor en este país, en el futuro, no hay mayorías absolutas y lo que ahora parece raro, que se haga un pacto presupuestario con los adversarios políticos con los que seis meses antes se ha luchado para ganar unas elecciones, pues se convierte en una norma de comportamiento que resulta necesaria. Algo normal, por otra parte, en democracias consolidadas: seis meses después de los comicios, no hay mayoría absoluta y es necesario pactar desde la firmeza y la convicción de cada uno.

P. Por tanto, de no llegarse a un acuerdo con CiU, ¿pactar con el PSOE sería una posibilidad no descartable?

R. Se habla de la gran coalición... Pero, sinceramente, creo que en España no se dan en estos momentos las condiciones para una gran coalición. Por otra parte, estoy seguro de que es absolutamente imposible que no haya pactos con los nacionalistas. Tanto CiU como PNV son partidos señeros, de gran responsabilidad. Las urnas han hablado. El PP y José María Aznar tienen la máxima responsabilidad, pero los demás también tienen su parte. Parece que eso se ha asumido por todos porque saben que estamos en un momento histórico y que España necesita un Gobierno estable y duradero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_