Clinton pide a las empresas que sean sensibles a los problemas de sus empleados
La economía norteamericana creó 705.000 empleos en, febrero y 140.000 en marzo, pero las grandes compañías, desde A.T.&.T. hasta Boeing, pasando por IBM, anuncian regularmente despidos masivos. Los beneficios y la productividad aumentan, pero la capacidad adquisitiva de buena parte de los trabajadores se estanca. La recuperación económica es un hecho, pero sus efectos se dejan sentir de forma muy diferente en la sociedad. Sensible a estas realidades, mucho más importantes en un año de elecciones, el presidente Clinton prepara una ofensiva para que las grandes empresas se acuerden de que tienen obligaciones sociales.
Clinton les ha recordado que detrás de las cifras de los despidos hay personas y familias que ven cómo se esfuma ante sus Ojos el sueño americano. Acaba de conocerse que el paro creció en marzo hasta el 5,6% desde el 5,5% de un mes antes. A lo largo de este mes, Bill Clinton tiene previsto reunirse en la Casa Blanca con líderes de empresas que hayan demostrado una mayor conciencia social, para que sirvan de ejemplo. Para preparar el terreno, el pasado 23 de marzo el presidente visitó las instalaciones de Procter & Gamble en Cincinatti, una compañía que da a sus empleadas que tienen hijos hasta un año de permiso y que ofrece horarios flexibles en los siguientes cinco años.Clinton celebró otros casos de empresas que incorporan a sus empleados a tiempo parcial al seguro médico colectivo, que comparten beneficios con los trabajadores o que evitan despidos masivos.
Capitalismo humano
La tesis de Clinton es que el capitalismo con rostro humano no sólo es bueno para los empleados, sino que rinde más a las empresas: "Muchas compañías no aparecen en los titulares de la prensa porque sus decisiones son positivas, al ayudar a su gente a abordar mejor los cambios. Y al hacer eso, además ganan dinero". El presidente trata de cubrir el flanco humanitario, pero tampoco quiere que le tomen por ingenuo: "Seamos claros: la res ponsabilidad fundamental de cualquier empresa es conseguir beneficios y crear empleos e ingresos compitiendo y creciendo", dijo Clinton en su mensaje por radio de hace dos semanas, "pero muchas de las empresas de mayor éxito han demostrado que se puede ganar dinero tratando bien a los empleados y a sus familias".
Las sugerencias que Clinton maneja para que las empresas ayuden a sus empleados a abordar mejor la actual etapa de turbulencias económicas tienen mucho de campaña de imagen, pero las empresas podrían tomárselo en serio porque indican una tendencia popular en la opinión pública y que puede tener repercusiones en las opciones de los consumidores. Las medidas "para mejorar las vidas de los empleados" son: desarrollar una política pro-familia mediante horarios flexibles y guarderías, elevar la educación y la formación profesional de los trabajadores, garantizar que llevan a cabo su tarea de forma segura, analizar con ellos las oscilaciones en productividad y beneficios y mejorar sus seguros médicos y planes de jubilación.
El malestar que provoca las desiguales repercusiones del crecimiento económico preocupa a los estrategas electorales de la Casa Blanca. El mensaje proteccionista y antiWall Street de Pat Buchanan en las primarias ha encontrado eco en clases medias.
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