Peres establece relaciones económicas con Qatar y Omán

El primer ministro israelí, Simón Peres, podía vanagloriarse ayer menos que a medias de los resultados de su primera gira por el golfo Pérsico. Por un lado, ha conseguido establecer relaciones económicas con Qatar y Omán, multimillonarios Estados que le brindaron una bienvenida con una calidez sin precedentes para un líder del Estado judío. Por otro, se ha tropezado con pronunciamientos populares a favor de los palestinos de Gaza y Cisjordania, que sufren los efectos del implacable encierro decretado por su Gobierno.La alfombra, roja que los gobiernos de Omán y Qatar le tendieron en los modernos aeropuertos del desierto fue apropiada para el protocolo y la extensión y volumen de los acuerdos económicos, que prometen transformar la histórica hostilidad árabe-israelí en un ejemplo de lo obsoleto. En el nuevo Oriente Próximo que pregona estos días Simon Peres con la mirada puesta en las ganancias económicas que ignoran el debate ideológico del nacionalismo árabe, basta eso: hacer negocios.

Los detalles de la verdadera envergadura de los contratos que Israel ha conseguido firmar con los países del golfo Pérsico son todavía cuestión de análisis. Lo que sí quedó claro ayer es que no todos los árabes se han dejado embelesar por las promesas de un futuro económicamente próspero y "políticamente correcto" en los tiempos que corren.

Contra Israel

Aparte de las estadísticas y discursos, que se concentran exclusivamente en los millones de dólares por venir, en la prensa de: Qatar había ayer un dato: la. gran mayoría del exclusivo y, primitivo pero millonario emirato se opone a cualquier forma, de relación con Israel. El sondee, fue, como todo en esa parte del mundo, publicado con la aprobación de las autoridades: si hay que hacer negocios con Israel, primero debe mostrar el Estado judío respeto con los palestinos y anular el bloqueo que desde hace cinco semanas oprime a los habitantes de Gaza y Cisjordania.

El diario Al Watan se encargó de producir escuetamente un dato revelador mientras en palacio se brindaba por la prosperidad de la nueva relación con los israelíes. El 98% de los consultados, en una encuesta relámpago, en una calle de Qatar describió a Israel como "el enemigo". El diario añadía que el resto de los entrevistados optó por calificar a Israel de "usurpador de los derechos árabes".