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Oferta a Dudáiev

( ... ) Es un progreso el hecho de que el presidente Yeltsin haya decidido retirar sus tropas de las zonas tranquilas de Chechenia y negocie con el presidente Dudáiev a través de intermediarios. El punto más importante para una solución política debería ser conceder a Chechenia un estatuto especial dentro de la Federación Rusa, al estilo del Tatarstán. Cabe preguntarse por qué a Yeltsin se le ha ocurrido ahora esta idea, después de quince meses de horrorosa carnicería, después de la destrucción de Grozni y Samaski, después de varias tomas de rehenes y baños de sangre, después de 40.000 muertos. Al final, incluso soldados de las propias fuerzas han caído víctimas del fuego amigo. Las madres de los soldados rusos sabrán apreciar si su presidente realmente quiere cambiar su política en el Cáucaso. Occidente, que al comienzo de la guerra chechena declaró que ésta era un asunto interno de Moscú, comparte la culpa de que Rusia no haya buscado anteriormente estrategias distintas a las militares. La guerra no ha acabado, ni mucho menos. El anuncio de Yeltsin de que se perseguiría sin piedad a los "bandidos" y "provocadores" deja claro que la violencia continuará desempeñando un papel. De "bandido" califica Moscú a cualquier checheno que no se doblegue ante él. ( ... ) La inflexibilidad rusa, que sólo ahora parece empezar a ceder, no ha contribuido poco a que Dudáiev sea apoyado ahora por más chechenos que al principio de la guerra.1 de abril

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