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Torturan y matan a un indiano en Pontevedra para obtener su dinero

DanielLago Pérez, un indiano que hizo fortuna en México, fue encontrado el jueves en su casa de Mos (Pontevedra) con un cuchillo clavado en el corazón y atado a una silla. Las sospechas sobre la autoría del crimen, que en un primer momento se centraron en la compañera sentimental de la víctima, recaen ahora sobre una sobrina del difunto y su novío, quienes trataron de arrancarle una firma antes de innatarle.

A Daniel Lago Pérez, de 69 años, viudo y sin hijos, se le calcula un patrimonio de 50 millones de pesetas. Hace unos años regresó de México, donde acumuló su fortuna negociando con muebles, para residir en un lujoso chalé que se hizo construir en el municipio de Mos (Pontevedra). Los vecinos lo describen como una persona muy afable y sencilla, de aspecto mucho más joven de lo que correspondería a su edad. Le atribuyen cierta debilidad por las mujeres, sin censurarlo porque "para eso era viudo y cualquiera es libre de hacer lo que quiera con su vida".Esta opinión no parecían compartirla sus familiares, particularmente críticos con la relación sentimental que Daniel Lago mantenía con una mujer uruguaya, Isabel. Ésta tiene un hijo toxicómano de 24 años, Jorge, que hace un año fue detenido por tráfico de drogas. Daniel Lago pagó entonces la fianza del joven. Sobre ellos recayeron las sospechas del asesinato, que algunos medios locales glosaron en términos definitivos.

El cadáver de Daniel Lago apareció en su habitación, atado con sábanas a una silla, amordazado y con múltiples cuchilladas en su cuerpo. Un corte en el cuello que le seccionó la yugular habría bastado para acabar con su vida, aunque. los autores le dejaron el cuchillo clavado en el corazón. También, como indicio de lo ocurrido, el cadáver tenía liberada de las ataduras su brazo derecho, lo que lleva a pensar que la tortura a que fue sometido tenía por objeto la firma de algún documento.

La juez que instruye el caso ha declarado secretas las diligencias, pero desde el primer momento se admitió que la obtención de dinero era el motivo del crimen. A su vez, debía haberlo cometido alguien conocido por la víctima, a quien ésta franqueó la entrada de su casa. La compañera sentimental del asesinado y su hijo fueron señalados por el vecindario como principales sospechosos. La juez, sin embargo, los dejó en libertad después de tomarles declaración.

Ahora permanecen detenidos, en cambio, una sobrina camal de Daniel Lago, de 25 años, y su novio. Ambos, según una versión contrastada en varias fuentes pero sin confirmación oficial, trataron de conseguir del acaudalado pariente la firma de un cheque o de otro documento para acceder a su patrimonio. Fuera porque no lo consiguieron o porque la víctima podía testimoniar más tarde contra ellos, decidieron acabar con su vida y empezaron a borrar los rastros del crimen para hacer creer que Daniel Lago, de improviso, había emprendido uno de sus viajes a México. Pero no consiguieron desbloquear la puerta del garaje, por la que pensaban salir con el cadáver y, temiendo ser descubiertos, abandonaron la casa precipitadamente.

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