400 farmacéuticos en paro se manifiestan en Madrid contra el "monopolio" de los colegios y la "farmafia"

Cuatro meses después de que 400 farmacéuticos en paro calificaran de mafiosos a los colegios profesionales, el Ministerio de Sanidad, en Madrid, volvió a ser ayer el escenario de idéntica protesta destinada a replantear a voz en grito equivalente pregunta: ¿cómo es posible que existan tantos parados con título (23.000) como farmacias en funcionamiento (18.000)? Los manifestantes, unos 400 también, repitieron respuesta: "La culpa es de un monopolio colegial que vulnera los derechos de la libre empresa, impide el ejercicio libre de una profesión e imposibilita una asistencia sanitaria adecuada".A las doce del mediodía, los gritos de "farmafia", "queremos ejercer antes de envejecer" y, el menos retórico, "farmacia libre, ya" comenzaron a inundar la reducida plaza que flanquea el paso al ministerio.

El reciente conflicto protagonizado por las farmacias de Madrid y Valencia que, de forma independiente, decidieron abrir 24 horas, no cambió el tono de la protesta. "Esa disputa es entre titulados establecidos. A nosotros nos afecta poco. De hecho, la farmacéutica Lastra [en referencia al establecimiento madrileño sin horario de cierre] ya se ha manifestado en contra de la libre apertura", manifestó Pilar Aparicio, vicepresidenta de la asociación Farmacéuticos en Paro.

El portavoz del otro colectivo de damnificados -Asociación para la Libre Apertura de Oficinas de Farmacia de España (ALAOFE)-, Manuel Pascual, puntualizó, sin embargo, que de alguna forma este caso ha servido para dejar bien a las claras algunas de las consecuencias de una legislación "tan plagada de contradicciones e injusticias". "Ha quedado demostrado que los colegios, con su protesta contra los otros compañeros aperturistas, no quieren que sea el mercado o la sociedad los que regulen el sector", insistió Pascual.

Las protestas de los manifestantes volvieron a reproducirse sobre algunos de los puntos "de siempre", a decir por casi todos: un total de 18.300 colegiados se reparten un mercado anual de más de 1,3 billones de pesetas; en determinadas comunidades (por ejemplo, Madrid), solicitar la apertura de un establecimiento (independientemente de su éxito) cuesta alrededor de 75.000 pesetas, o la ya clásica denuncia de la rueda: un sistema consistente en que los farmacéuticos de la competencia solicitan oficina allí donde saben que puede haber un competidor; con el actual sistema de baremos ganan el concurso, luego renuncian y, por fin, consiguen retrasar la adjudicación años o, en ocasiones, décadas.

Tanto Pascual como Aparicio se lamentaron de que la ponencia del Senado que estaba estudiando la situación del sector haya quedado "empantanada". Sobre las posibilidades de reforma después del 3-M, ninguno de los portavoces se mostró especialmente optimista.