En un bote depepiniollos
Ni en papelina, ni en pastilla. El GHB se vende a granel. "A mí me la dieron en una fiesta, en un bote de pepinillos en vinagre y luego yo sacaba una pequeña dosis con una jeringuilla y la mezclaba con coca cola. Es muy salada y su sabor es muy desagradable" dice un consumidor. Otros, los menos, la han comprado en un tubito (como el de la fotografia). Estos testimonios indican que GHB, a diferencia del éxtasis y sus derivados, se encuentra en una primera fase de distribución y que su comercialización se mueve aún por cauces rudimentarios. Así, los entrevistados refieren que La venta recae en un puñado de camellos que, gracias al boca a boca, la reparten -incluso en botellas de dos litros- entre conocidos.
"Nunca he conseguido comprarla. Siempre me la han regalado. Incluso he tenido la sensación de que estaban promocionándola", comenta un usuario.
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