Taiwan desafía a China y elige presidente a Lee Teng-hui por una holgada mayoría
ENVIADA ESPECIALEl Gobierno de Pekín sufrió ayer una tremenda derrota en Taipei. Las maniobras militares que desde el pasado día 8 realiza en el estrecho de Formosa con la intención de que los taiwaneses retiraran su apoyo a Lee Teng-hui tuvieron el. efecto contrario y el actual presidente se convirtió en el primer presidente electo de 1 mundo chino por, una aplastante mayoría. Lee, de 73 años, obtuvo más del 54% de los votos emitidos, muy por encima de lo esperado. "Los 21 millones de taiwaneses empezamos hoy un nuevo capítulo de la historia de China", declaró Lee.
En una primera reacción, Pekín subrayó que nada ha cambiado tras las elecciones. "Taiwan es parte inalienable de China", dijo un alto funcionario a la agencia oficial Xinjua.Acompañado de su mujer y del primer ministro, Lien Chan que Lee designó para que fuesen juntos en la papeleta como candidato a la vicepresidencia, compareció a las cuatro horas de cerrarse las urnas en la sede del gobernante Kuomintang (KMT, Partido Nacionalista), en el centro de la capital. Le esperaban la plana mayor del Gobierno y miles de simpatizantes. "Unámonos para no perder la fuerza" dijo echando una mano a sus derrotados contrincantes, dos de los cuales -Lin Yang-kang y Chen Li-an- eran personalidades relevantes del KMT hasta hace unos meses.
Pero el verdadero perdedor de estos comicios ha sido el candidato del independentista Partido Democrático Progresista (PDP), Peng Ming-min, que apenas obtuvo el 2 1 % de los votos. El PDP, legalizado en 1988, experimentó desde entonces un rápido ascenso. En diciembre pasado, cuando se celebraron las elecciones al Yuan Legislativo (Parlamento), logró el 33% de las papeletas.
Anoche aún no se tenían los resultados definitivos de las elecciones a la Asamblea Nacional, un anacrónico órgano que supuestamente representa a "toda China" y que hasta mayo pasado era el encargado de elegir al presidente y vicepresidente del país. Ya sólo tiene capacidad para reformar la Constitución, y el PDP y el Nuevo Partido (NP) habían anunciado que la autodisolverían si obtenían la mayoría de los 334 escaños (234 se elegían ayer y los 100 restantes se asignan a los partidos según el porcentaje de votos alcanzados).
La jornada electoral transcurrió tranquila y sin incidentes. Los portaaviones norteamericanos Independence y Nimitz, junto con la numerosa flotilla que los acompaña, permanecieron lejos de las aguas del estrecho de Formosa, lo que impidió cualquier roce con el Ejército Popular de Liberación chino (EPL). El Ministerio de Defensa de Taiwan declaró también que la actividad de] EPL en el estrecho había sido prácticamente nula. Oficialmente, las maniobras finalizan mañana, pero desde el pasado día 20 han estado reducidas a su mínima expresión. Después de toda la tensión vivida estos días, los taiwaneses respiraron tranquilos al cierre de los colegios electorales. Nadie había interrumpido sus "históricas elecciones".
"Esta victoria es fruto de la unidad del pueblo frente a la intimidación comunista", dijo a este periódico Song Chu-yu, gobernador de Formosa, aunque bajo su control no se incluyen ni Taipei ni las grandes ciudades de Kaohsiung y Taichung.Clara señal
Los expertos indican que el aplastante triunfo de Lee es "una clara señal" a las autoridades de Pekín de que "Taiwan no va a ceder ni un ápice en las libertades alcanzadas hasta ahora". Si con la derrota del PDP los taiwaneses han dicho "no a un independentismo visceral" que puede poner en peligro su estabilidad, con Lee han elegido al hombre capaz de hacerle frente a Pekín.La participación fue muy alta para una sociedad desinteresada de la política. Fue del 74,7%, siete puntos más que en las elecciones al Yuan Legislativo.
Al candidato independiente Lin Yang-kang, como al líder del PDP, los misiles chinos le jugaron una mala pasada y sólo obtuvo el 14,8%. Representante de la línea ortodoxa, Lin defiende sin discusión 1a reunificación con la madre patria", pero tras la prueba de fuerza del EPL pocos son en Taiwan los que aceptan que Pekín comience a dictar sus órdenes a la provincia que ha manejado su destino de forma independiente desde que se convirtió. en refugio de los nacionalistas tras perder la guerra en 1949.
