EE UU espera que la situación se normalice tras los comicios

El Gobierno norteamericano extremó ayer su cautela al comentar el resultado de las elecciones en Taiwan y expresó su confianza en que disminuyan las tensiones entre Pekín y Taipei. El mensaje de congratulación se dirigió al pueblo de Taiwan y no al vencedor, Lee Teng-hui: "Felicitamos al pueblo de Taiwan por sus primeras elecciones. Han hecho grandes progresos hacia la democracia en los últimos años", dijo Mary Ellen Glynn, portavoz de la Casa Blanca, que acompañaba al presidente Clinton en un viaje a Ohio.Warren Christopher, secretario de Estado, se atrevió a pronosticar que la superación de las elecciones conducirá a una situación más tranquila: "Espero que disminuyan las tensiones en la zona y que seamos capaces de volver a una fase en la que se acentúen los contactos y las discusiones entre China y Taiwan".

El secretario de Estado, que hizo sus declaraciones en el avión que le conducía a Washington desde Moscú, confirmó que mantiene su cita con Qian Qichen, ministro de Exteriores de China, para dentro de un mes en Europa, y restó importancia al aplazamiento de la visita del ministro chino de Defensa a EE UU: "Los dos países valoraron que no era el mejor momento".

A pesar de los buenos deseos del Gobierno norteamericano, la elección de Lee Teng-hui promete ser un motivo constante de fricción. El presidente taiwanés es un presbiteriano educado en EE UU con buenos contactos en el Congreso norteamericano.

Durante la campaña electoral, Lee Teng-hui afirmó que no estaba de acuerdo con sus rivales que afirmaban que la movilización de barcos norteamericanos en la zona debía interpretarse como una injerencia extranjera: "No entienden que los países democráticos tienen que ayudar a los otros países democráticos".