El PNV y CiU advierten que Aznar necesitara algo más que buenas palabras

Convergencia i Unió (CiU) y el PNV advirtieron ayer al Partido Popular que sin siembra no hay cosecha, empezando por la investidura. A la afirmación de Aznar de que "el campo está despejado" para el acuerdo, los nacionalistas respondieron que ahora hay que comprobar la calidad de la planta. Los portavoces de los grupos parlamentarios catalán, Joaquim Molins, y vasco, Iñaki Anasagasti, reunidos ayer durante dos horas en Bilbao, con la asistencia de Xabier Arzalluz, criticaron el primer documento de los Populares y emplazaron a su presidente a que ponga sobre la mesa algo más que halagos y buenas palabras.Los nacionalistas se coordinarán en temas de interés común, como autogobierno, pacificación, industria y Europa, pero se dejan las manos libres para la investidura y para sellar con el PP diferentes fórmulas de colaboración.

La reunión se desarrolló en la sede del PNV en Bilbao, Sabin Etxea, que acogió por primera vez en su historia un encuentro de ese tipo, que se convocó aprovechando la presencia del portavoz catalán en Bilbao, que por la tarde tenía que acudir a la boda de un sobrino en una iglesia de Neguri.

Los dos portavoces en el Congreso dejaron muy claro que la pelota está en el tejado de los populares. "La responsabilidad de la gobernabilidad no es nuestra", dijo Molins. "Nuestra capacidad para colaborar, e indirectamente ayudar, en esa gobernabilidad viene de la mano de las propuestas que adopte el señor Aznar". La investidura no es una prioridad para ninguno de los partidos, que consideran más importante cerrar acuerdos. "Si la investidura no se puede celebrar en abril, pues se celebrará en la primera semana de mayo. Ésa no es la prioridad", añadió.

Vascos y catalanes opinan que un trabajo en profundidad y sin prisas sobre los problemas que tiene planteados el país, facilitaría un acuerdo sólido y duradero. Consideraron incluso positivo que la colaboración, aunque con fórmulas diferentes, se lleve finalmente a cabo. Molins afirmó: "Sería muy buena señal que pudiéramos tener una oportunidad de transformar el Estado, como se nos da en un momento como éste", porque supondría que el PP reconoce definitivamente a los nacionalismos históricos.

Igual opinión sostuvo Anasagasti, que reclamó un lugar en el acuerdo final: "El PP tiene que volcarse en un buen acuerdo con el grupo catalán, pero en política, cuanto más sólidos son los pactos, más duraderos son. Y a CiU le interesa que en ese acuerdo haya otros para que sea lo más sólido posible".