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Pozuelo entrega un bosque a los constructores para evitar pagar una indemnización miIIonaria

Vicente González Olaya

Recalificar para no pagar. El Ayuntamiento de Pozuelo, del PP, ha aprobado convertir en "suelo apto para urbanizar" el paraje denominado Somosaguas Sur. Esta zona, de 3.340.000 metros cuadrados (unas tres veces El Retiro), es uno de los últimos espacios Ubres del triángulo que forman Madrid, la Casa de Campo y Pozuelo. Esta gigantesca recalificación se produce para que la Comunidad no tenga que pagar unos 10.000 millones de indemnización. Los jueces consideran que eso es lo que ha perdido la propiedad desde 1987, año en que se paralizó la urbanización.

Donde ahora hay pinos, encinas, cipreses, almendros, olmos y monte bajo se levantarán breve unas mil viviendas, un complejo de oficinas, comercios y campos deportivos privados, incluido uno de golf. Un panorama muy parecido al que diseño Coplaco en 1981 (el organismo público que en aquellos años ordenaba el suelo de la región). Es decir, 961.000 metros cuadrados de sueblo urbanizable. En ellos, según los primeros planes, se podían levantar hasta 1.257 chalés. A cambio, los propietarios cederían 50.000 metros para equipamientos y dos millones de metros para zonas verdes.En 1987, Eduardo Mangada, entonces consejero de Política Territorial, suspendió el planeamiento y dictó nuevas normas subsidiarias. Mangada, que consideraba excesiva la edificabilidad, la redujo a la mitad (497.500 metros cuadrados) y aumentó el terreno que los propietarios debían ceder al Ayuntamiento para equipamientos.Ante el juez

En 1988, los dueños, que consideran lesionados sus intereses, acudieron a los tribunales. Sin embargo, un posterior acuerdo con Mangada y el alcalde José Martín-Crespo paralizó la denuncia. Acordaron aumentar a 827 el número de viviendas y reducir la cesión de equipamientos públicos a sólo 54.000 metros cuadrados. El pleno debía ratificarlo. Pero el pacto no fue aprobado porque el alcalde lo vinculó a la futura aprobación del plan general. Éste todavía sigue en el limbo.

Y la historia toma tintes políticos. En 1990, el alcalde denuncia que alguien -que dice actuar para Txiqui Benegas (secretario de organización del PSOE)- intenta chantajearle para que aumente la edificabilidad. El PSOE responde que el supuesto chantajista era Angel Sanchís, ex tesorero del PP. El PP replica que uno de los propietarios de Somosaguas es Luis García Cereceda, intermediario cercano al PSOE. Y así se quedan las cosas.

En 1992, el Tribunal Superior da la razón a los propietarios. Condena a la Comunidad a pagarles, según el PSOE, unos 10.000 millones. Se vuelven a establecer negociaciones entre todos. En 1995, durante el Gobierno de Joaquín Leguina, la Comunidad aprueba las normas: se aumenta la edificabilidad. Hace unas semanas, Pozuelo duplica el suelo residencial (otra vez 967.000 me tros cuadrados), se permite la construcción de 975 viviendas, y al parecen los bloques de cuatro alturas. Los equipamientos públicos ya sólo ocuparán 40.000 metros. "No tengo la culpa", comenta el regidor. "Si alguien tiene la culpa, es Leguina, que aprobó las normas. Yo sólo las he desarrollado", dice.

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El PSOE tiene otra opinión. Su portavoz, Vicente Sombano, comenta: "La destrucción de Somosaguas Sur es el tipo de urbanismo que promueve el PP: machacar la naturaleza para facilitar el negocio de los promotores privados y sin compensaciones para el pueblo". Los socialistas recuerdan que todos los equipamientos serán privados. "No hay ni un metro cuadrado para zonas culturales o escolares públicas. Las zonas verdes serán privadas, y los viales, de uso casi exclusivo de los nuevos dueños".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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