"El reto para Aznar es la presión de los grandes centros de poder"

José Carlos Mauricio, 54 años, periodista y portavoz de Coalición Canaria. Es la segunda legislatura en la que los nacionalistas canarios podrán formar grupo parlamentario, con la ayuda de un diputado de UPN o del Par. Previsiblemente, una de estas dos formaciones les prestará momentáneamente el quinto miembro que les falta para constituirse. Mauricio asegura que "no habrá ningún problema" para lograrlo. Se disponen a arrancar la legisla tura con una abierta predisposición a apoyar "desde fuera" al partido más votado en las elecciones del 3 de marzo, el Partido Popular.Pregunta. ¿Cuál es la razón de esa actitud de Coalición Canaria?

Respuesta. Preveíamos que el PP iba a ser el partido que obtendría la mayoría minoritaria. Durante la campaña electoral dijimos lo que íbamos a hacer y que intentaríamos participar en la gobernabilidad, desde fuera.

P. Quizás lo que ustedes previeron es que el Partido Popular iba a estar al borde de la mayoría absoluta y que Coalición Canaria se convertiría en clave para que los populares pudieran conseguir esa mayoría.

R. Era una posibilidad que de haberse cumplido la hubiéramos abordado como lo estamos haciendo ahora. Pero nos hubiera caído un peso excesivo. Si los objetivos son el pacto por Europa, el pacto por el empleo, defender el Estado de bienestar y resolver el contencioso autonómico, hubiera sido excesivo plantearnos á nosotros solos esa carga.

P. ¿Y el PP está capacitado para afrontar esos retos?

R. Creo que sí, pero no es seguro. Depende de que gane la política de consenso: con el PSOE en los grandes temas de Estado y con los nacionalistas en esos mismos asuntos y en lo autonómico.

P. ¿Cuál es el peligro para que eso no ocurra?

R. Los grandes lobys económicos; los grandes centros de poder. Eso lo vamos a ver en los presupuestos para 1997, que serán muy difíciles. Ahora mismo, ante la posibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial, los grandes centros de poder corporativo que han apoyado al PP están ejerciendo una presión brutal. ¿Aguantará Aznar los términos de su compromiso de posición de centro ante todos esos intereses? Adolfo Suárez resistió entre 1977 y 1979, pero esas presiones se lo cargaron entre 1979 y 1981.

P. ¿Y si no resiste?

R. De que resista o no depende el progreso de España, porque tenemos a la vista años decisivos. No podemos hacer frente a esos retos dentro de cinco años, y son de consecuencias incalculables para el futuro.

P. Los resultados electorales obligan a negociar. ¿Eso puede centrar al PP?

R. Yo procedo de una visión del mundo muy ideológica que produce rigideces políticas, sobre todo en el mundo que vivimos hoy; pero tuve, en el PCE, una interesantísima experiencia de negociación con UCI). Ahora el centro derecha está en una coyuntura histórica que le obliga a negociar cosas importates para el país y, por tanto, para la izquierda. Suárez decía hace poco en EL PAÍS que si hubiese tenido mayoría absoluta no se hubiera aprobado la Constitución ni se hubiesen firmado los Pactos de La Moncloa, ni tantas otras cosas. Al estar en minoría tuvo que pactar. El PP está en una posición muy semejante. Ha hecho un congreso para centrarse y no tiene mayoría absoluta. Si aquellos pactos fueron posibles, ahora tienen que ser posibles los grandes pactos que necesita España.

P. ¿Cuáles son esos pactos?

R. El gran reto es que España tiene que reforzar el proyecto europeo, porque Europa necesita lograr en cuatro o cinco años un proyecto de continentalización competitiva, y eso nos afectará directamente a nos otros. Eso con los objetivos que señalé antes y con la necesidad de integrar y articular las nacionalidades históricas, que desde hace un siglo mantienen una relación contenciosa con el Estado. Hay que integrarlas en la definición de España en Europa.

P. ¿Se van a lograr los apoyos para fraguar esos pactos?

R. Hay que trabajar con la realidad que tenemos. Repetir elecciones sería una insensatez, y en este momento no hay posibilidad de articular una alternativa en torno al PSOE. Los socialistas deben preparar una alternativa de progreso y serán más alternativa en la medida en que colaboren con esos objetivos.