Una auditoría destapa la 'quiebra' de Colmenar
La situación económica del Ayuntamiento de Colmenar Viejo (28.000 habitantes) es técnicamente de suspensión de pagos. La razón fundamental: las condiciones en que se realizó la segregación de Tres Cantos en 1991. Así de tajante es la conclusión de la auditoría de Arthur Andersen encargada en enero sobre el estado actual de las arcas municipales, que en estos momentos registran una deuda de 1.700 millones de pesetas.
El documento, que la evolución económica del consistorio desde 1989 hasta 1995, indica que dicha segregación se caracterizó por la falta de un estudio "realista" de viabilidad del Ayuntamiento de Colmenar, lo que dio lugar a un desequilibrio presupuestario que aún dista mucho de en derezarse.Para empeorar la situación, el Ayuntamiento colmenareño socialista que negoció la independencia de Tres Cantos optó por financiar las inversiones municipales a base de endeudamientos bancarios, en vez de utilizar "la buena liquidez" de la que disponía en estos momentos. "Este endeudamiento se tradujo en una importante presión de la deuda en los presupuestos posteriores, lo que agravó aún más la situación económica", añade la auditoría.
Como ejemplo del salto que dio la economía municipal antes y después de la segregación, un dato: en 1990 Colmenar contaba con unos beneficios de 1.146 millones; en 1991, tras la segregación, registró una deuda de 496 millones.
Responsabilidades
El alcalde popular de Colmenar, José María de Federico, cree que esta auditoría confirma lo que ha denunciado hasta la saciedad: "Que la segregación de Tres Cantos fue política y no económica". A la vista de los datos, De Federico ha anunciado que pedirá responsabilidades a la Comunidad de Madrid y al Consejo de Estado, instituciones que en último término ratificaron la segregación. "La auditoría dice muy claro que en el expediente de segregación no figura en contra de lo estipulado por la ley estudio alguno respecto a las repercusiones económicas que se derivarían para Colmenar tras la segregación, y eso es muy grave", añade.Para salir de la crisis, la auditoria recomienda, entre otras cosas, ajustes en la plantilla municipal. El Ayuntamiento de Colmenar, con cerca de 200 trabajadores, soporta actualmente un gasto de personal de 1925 millones de pesetas, cerca de un 53% del presupuesto de 1995 y un 8% más que la media de la Comunidad. Junto a ello, Arthur Andersen aconseja acudir a fuentes de ingresos extraordinarios como subvenciones públicas o créditos a largo plazo y sin interés de otras administraciones.
Además, propone incrementar hasta el máximo los impuestos municipales -como la recogida de basuras o la contribución urbana-, una medida tan impopular que el primer edil colmenareño ya ha adelantado que no aplicará.
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