Desconcierto en Wall Street

No hay nada que moleste más a los mercados financieros que un cambio radical de expectativas. Así ocurrió al inicio de 1994, cuando la Reserva Federal les sorprendió subiendo antes de lo esperado los tipos de interés para prevenir las tensiones inflacionistas que podían derivarse del dinámico crecimiento que registraba entonces la economía estadounidense. El mercado de renta fija, cayó, y la Bolsa, también. Incluso el dólar, que se beneficia de un entorno alcista de tipos de interés, se desplomó frente al marco y el yen contagiado entonces por la debilidad del peso mexicano. Este revés provocó ese año pérdidas millonarias en muchas entidades financieras y fondos de inversión.Dos años después, el espectacular dato de empleo de febrero -se crearon 705.000 puestos de traba o cuando los analistas esperaban 300.000- ha vuelto a disparar las alarmas. "¿Se disparará la inflación?". "¿Significa ese dato que la economía crece a tasas muy superiores a las que se han venido calculando [entre un 0,5% y un 1,5%]". Varios economistas intentaban ayer dar respuesta a estas preguntas ene el diario The Wall Street Journal.

La gran mayoría coincide en descartar que la Reserva Federal reduzca en el corto plazo los tipos de interés, pero no necesariamente creen que los vaya a subir. Argumentan que la economía estadounidense se ha flexibilizado desde la última recesión y que es capaz de crear más empleo sin poner en peligro la inflación. Algo que ha reconocido en varias ocasiones el propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan. La llamada tasa natural de paro, a partir de la cual la escasez de trabajo provoca una fuerte subida de los salarios podría situarse en el 5% (ahora está en el 5,5%). El desempleo se ha situado por debajo del 6% en los últimos 17 meses sin que haya repuntado la inflación. El fuerte aumento del empleo, apuntan, no significa que la economía se esté acelerando. En enero y febrero de 1995 se crearon una media de 500.000 empleos netos, similar a lo ocurrido esos dos meses este año, pero la economía creció sólo un 0,6% en el primer trimestre de ese año.