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Entrevista:FRANCISCO PRESASUNIVERSITARIO DEL AÑO

"La política se toma asombrosamente muy a pecho en Madrid"

Antonio Jiménez Barca

Conjuga un expediente superpoblado de matrículas de honor con un carácter agradable. Estudia a la vez cuarto curso de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones en la Politécnica y quinto de Matemáticas en la UNED, y le queda tiempo para trabajar en la secretaría del colegio mayor donde, vive y ayudar en un hospital de en fermos terminales de sida. Francisco Presas, que nació en Santiago de Compostela hace 21 años, a juicio de la revista Gaceta universitaría y Seat, es el estudiante modelo. Acaba de ganar un concurso titulado El universitario del año, patrocinado por esta empresa automovilística. Desde ahora, además de un cerebro especialmente diseñado para el cálculo matemático, disfrutará de un Seat Ibiza. Sólo un dato: en el último curso de telecomunicaciones, de diez asignaturas, obtuvo cinco dieces.Pregunta. ¿Cuánto tiempo estudia usted al día?

Respuesta. No soy un chacón [empollón]; me levanto pronto, eso sí. A las seis y media, e intento ir a misa (soy católico). Después, trabajo un par de horas en la secretaría del colegio mayor Santillana, donde resido, para que me salga más barata la habitación. Después, si puedo, estudio algo. Por la tarde voy a clase.

P. Pues entonces se le dará bien esto porque si no...

R. Las matemáticas sí se me dan bien. Y además me gustan. Pero no soy un superdotado. Soy muy depistado por ejemplo. Y en Gimnasia me suspendían en sexto.

P. ¿Por qué estudiar dos carreras?

R. Sólo hay una respuesta para eso: porque me gusta. Las matemáticas me gustan mucho. De hecho, hago teleco por encontrar trabajo. Lo que me atrae verdaderamente es la matemática teórica. Me gustaría especializarme en el futuro en Fundamentos de Matemáticas.

P. Y aún le queda tiempo para ayudar en una ONG...

R. Sí; colaboro en un hospital con enfermos terminales de sida. Lo hago por dos razones: primera, porque lo que yo no haga no lo va a hacer nadie más; segunda, porque aprendo mucho de esa gente.

P. ¿Le molesta la fama de alumno perfecto que está adquiriendo?

R. Pues sí, un poco, la verdad. Lo mejor del premio es que me regalan un coche. Lo peor, el tener que salir en los periódicos. Menos mal que esto se olvida en cuatro días y volveré a ser un estudiante normal.

P. ¿Qué le llamó la atención de Madrid cuando llegó el año pasado?

R. Muchas cosas. Pero sobre todo una: lo a pecho que se toman la política. En Vigo elegíamos delegado al que no iba a clase ese día porque nadie quería ser. Aquí hacen campaña para que les elijan.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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