Irán acusa a Israel y Estados Unidos de maniobrar para aislarlo del mundo

ENVIADO ESPECIAL En un tono cauteloso pero firme, Irán negó ayer validez a la próxima cumbre antiterrorista de Egipto y la describió como una nueva maniobra norteamericano-israelí para hostigar y aislar al Gobierno islámico de Telherán. Su ministro de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, propuso, en cambio, la celebración de una conferencia en el marco de las Naciones Unidas como el primer paso para la eliminación de toda forma de terrorismo en el nundo.

Ambos argumentos fueron expuestos sin síntomas visibles de nerviosismo en la capital iraní mientras líderes de 30 países, incluyendo los presidentes de EE UU y Rusia, se aprestan a asistir a la cumbre de Sharm el Sheij. El balneario egipcio del mar Rojo será el miércoles sede de una reunión sin precedentes convocada a raíz de la serie de atentados perpetrados en Israel por extremistas palestinos supuestamente vinculados a Irán.Las acusaciones, que Teherán desmiente categóricamente, son viejas. Ni Israel ni EE UU han obtenido hasta la fecha pruebas tangibles de la complicidad iraní en los ataques contra Israel o su proceso de paz ' con los palestinos. Quizá por ello, Velayati afirmó ayer que la cumbre no es otra cosa que una estratagema para "distraer la atención internacional frente a los fracasos de las políticas, pasadas y presentes, de Israel y EE UU" en Oriente Próximo.

"Están tratando de convertirnos en el chivo expiatorio de sus fracasos en los territorios ocupados por Israel", dijo el ministro negando que exista apoyo militar, político o financiero a las organizaciones extremistas palestinas de Hamás o la Yihad Islámica.

Velayati reiteró que Irán jamás estuvo involucrado en actos de terrorismo. Al contrario, dijo, su país, que ha perdido a varios líderes políticos en atentados desde la revolución de 1979, "ha sido blanco principal y víctima del terrorismo". Irán, agregó, "está dispuesto a combatir el terrorismo y participar en un foro internacional" para tal efecto.

La conferencia de prensa no despejó, sin embargo, uno de los grandes interrogantes que se ciernen en vísperas de la cumbre: ¿En qué consiste el apoyo de Irán a los palestinos que se oponen al proceso de paz? Velayati dijo que éste es estrictamente moral y producto de la afinidad de criterios en tomo a un proceso que tanto Teherán como los palestinos contrarios a las políticas de Yasir Arafat ven como una claudicación ante Israel.

Tampoco hubo explicación clara del propósito y alcance de una reciente y controvertida reunión entre el primer vícepresidente iraní, Hassan Habibi, y líderes de organizaciones palestinas radicales en la capital siria.

Según Maher Al Taher, un portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPI,P) que participó en ese encuentro, Habibi ofreció "apoyo continuo" a las facciones que, como Hamás, la Yihad Islámica y las agrupaciones islámicas e izquierdistas con sede en Damasco, han jurado seguir combatiendo contra el Estado Israelí hasta provocar el colapso del proceso de paz. "Habibi expresó el apoyo de Irán a todos los combatientes palestinos que luchan por la liberación de su tierra", declaró Al Taher a periodistas en Siria. Según el portavoz del FPI,P, a la reunión con Habibi asistieron Ramadán Abdula, secretario general de la Yihad Islámica, y Musa al. Alami, miembro del buró político de Hamás. Ambos dirigentes figuran entre los hombres más buscados por Israel y la policía de Arafat.