Rebeldes chechenos ocupan un tercio de Grozni

Los comandos guerrilleros chechenos, que irrumpieron en Grozni el miércoles, controlan un tercio de la ciudad, según informó la agencia rusa Interfax. Los combates son encarnizados. El avance de los independentistas ha obligado al Kremlin a enviar refuerzos motorizados del Ejército y contingentes de paracaidistas del Ministerio del Interior. Estos refuerzos acudieron en auxilio de las tropas de este ministerio y de la policía local, sobre la que había recaido el peso de los combates y que no dominaban la situación ni aseguraban la defensa de la sede del Gobierno promoscovíta.

Un representante de las tropas federales aseguré anoche que la situación era "extremadamente difícil", pese a que la intensidad de los tiroteos había disminuido. El dramatismo de las informaciones que llegaban de Grozni, donde hubo combates cuerpo a cuerpo, contrastaba con la actitud del presidente Borís Yeltsin, que dirigió ayer una sesión del Consejo de Seguridad de Rusia y se manifestó optimista sobre la posibilidad de llegar pronto a una regulación del conflicto. "La ciudad ha sido limpiada" dijo Yeltsin, a primera hora de la tarde, cuando los independentistas estaban a sólo 300 metros, de la sede del Gobierno en Grozni.La falta de concordancia entre sus palabras y la evidencia volvía a pasmar a los observadores, como en enero cuando el líder ruso se pronunció sobre a toma de rehenes en Daguestán.

El Consejo de Seguridad de Rusia, un organismo consultivo donde están representadas las instituciones claves del Estado, aprobó ayer un plan de regulación por etapas de la crisis chechena, que contiene puntos secretos y que será ratificado dentro de una semana, tras sufrir algunas rectificaciones.

Yeltsin, que el miércoles en una reunión con mujeres diputados se comprometió a acabar con la guerra en abril o en mayo, revelará el programa a fines de marzo o principios de abril. El documento, que parece tener elementos de palo y de zanahoria, consta, según Yeltsin, de una parte "pacífica" y otra "militar" y prevé ayuda a los municipios que echen a los guerrilleros, y castigos a los implicados en asesinatos y actos terroristas. El Consejo de Seguridad opina que "actualmente existen todos las condiciones sociales, económicas, políticas, jurídicas y militares para regular la crisis y estabilizar definitivamente la situación en la república de Chechenia".

Incompetencia militar

Como en ocasiones anteriores, los rusos infravaloraron la capacidad de reacción de los chechenos. Las autoridades de aquella república recibieron hace algunos días información sobre un eventual ataque a la ciudad, pero no actuaron en consecuencia, según el corresponsal en Gtozni de la primera cadena de la televisión rusa. Altas fuentes militares destacadas en Grozni, que no quisieron ser identificadas, manifestaron al periodista que la situación hubiera podido ser controlada si los refuerzos militares hubieran llegado el miércoles.

La aviación rusa apoyaba a las tropas federales, que libraban combates en distintos puntos centricos de la ciudad, donde había entre 500 y 1.500 guerrilleros, según distintas estimaciones.

La cifra inicial se engrosaba. con nuevos combatientes, que se sumaron a los que iniciaron la operación el día anterior. Parte de los guerrilleros se habría colado en la ciudad por ferrocarril en días anteriores, aprovechando la menor vigilancia ejercida sobre ese tipo (te transporte, según la primera cadena de la televisión rusa.

A las siete de la tarde de Moscú (las cinco, hora peninsular), Abdulá Bugáiev, el vicejefe de la administración promoscovita, admitió que las tropas federales "no dan abasto" en una entrevista con cadena de la Televisión Independiente, NTV. El mismo funcionario se mostró más tranquilo cuatro horas más tarde. Doku Zagdáiev, el máximo dirigente de Chechenia, no regresó a Grozni desde Moscú, donde se encontraba.

El clima en Grozni era de pánico. En las calles había muertos y tras el ametrallamiento de una ambulancia y la muerte de un médico los heridos no recibían auxilio. El centro era barrido por franco tiradores, y numerosos civiles huyeron con lo puesto. Los comandos han volado varias centrales térmicas, y han tomado la refinería petrolera, además de secuestrar a un numero indeterminado de personas, entre los que se cuentan 84 obreros de la construcción, y apoderarse de dos clínicas por lo menos.

Numerosas víctimas

El número de víctimas se desconoce, pero las cifras oficiales dadas anoche indicaban que por lo menos 32 soldados del Ministerio de Defensa y otros 25 del Ministerio del Interior habían muerto, mientras 107 de ambos cuerpos habrían resultado heridos. Estas bajas no tienen en cuenta la policía local de Chechenia, ni la población civil. Las cifras de víctimas son suficientes para equiparar la envergadura del suceso a los momentos más álgidos del asalto de las tropas federales, que culminó con la conquista de Grozni hace algo más de un año.

En Moscú, el Ministerio de Exteriores ruso ponía el grito en el cielo ante el comunicado de pésame enviado por un grupo de diputados de Estonia con motivo de la supuesta muerte del guerrillero Salmán Radúiev, el jefe de los lobos grises, responsable del último asalto en Daguestán.

Los rivales políticos de Yeltsin acusaban al presidente de ser incapaz de resolver la situación. Mientras el líder comunista, Guennadi Ziugánov, su principal rival electoral, le responsabilizó por la violencia utilizada en Chechenia, Grigori YavIinski anunció una acción de protesta durante la última década de marzo.