"Los atentados sólo se pudieron hacer con ayuda de los radicales israelies"

Nabil Shaat -consejero de Yasir Arafat, presidente del comité del Consejo Nacional Palestino y hombre de éxito en el mundo de los negocios- es ministro de Planificación y Cooperación Internacional en el gobierno autónomo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).Pregunta. ¿Por qué no decidieron prohibir el domingo pasado los grupos armados?

Respuesta. En realidad, nuestras fuerzas de seguridad actúan contra esos grupos desde que estamos aquí. Hemos intervenido recientemente un depósito e armas en Gaza, continuamos con s confiscaciones e manera decidía. Hemos detenio a varios centeares de militantes, pero los grupos arados actúan en el ayor secreto. Los es últimos atentados contra objetivos israelíes son obra de Ios comandos Ezzedin al Kasam de Hebrón, región que no está bajo nuestra jurisdicción. Son renegados que actúan al margen de la dirección política o militar interior de su movimiento. Los jefes políticos del interior de Hamás y de la Yihad Islámica nos han dicho y creo que es verdad- que no ejercen control ni autoridad sobre esos grupos armados. Hemos constatado que las órdenes dadas [a los brazos armados de esos dos movimientos islámicos palestinos) vienen siempre del exterior.

P. ¿De dónde?

R. De Jordania y de Siria. En Jordania está la dirección histórica de Hamás. En Siria y Líbano está el sector militante más duro. La conexión iraní -Teherán ejerce gran influencia sobre esta gente- pasa por Ammán vía un tal Imad al Halami.P. ¿Por qué ha terminado la tregua de siete meses?

R. Por los factores internacionales que acabo de mencionar y por el asesinato de Yaya Ayash, El Ingeniero, el pasado 5 de enero en Gaza. Esto ha proporcionado al sector duro internacional del movimiento un pretexto para reanudar las operaciones. El asesinato de Ayash [probablemente por los servicios secretos israelíes] fue casi una experiencia traumática para la opinión para seguridad a esas personas, y obtuvimos de Israel la firme promesa de que mientras se mantuviera la tregua sus servicios de inteligencia no les tocarían ni un pelo. El asesinato, la venganza, fue el pretexto para la reanudación de los atentados, aunque esto no justifique la carnicería.

P. ¿Está dispuesto a hacer de Hamás e Israel como piden los autores de los atentados?

R. Sí. Ya lo hemos hecho antes. Logramos una tregua de siete meses con la ayuda del difunto Isaac Rabin. Hubo contactos secretos entre Israel y Hamás y las dos partes pidieron, y obtuvieron, nuestro respaldo para que se efectuasen los contactos.

P. ¿Es posible negociar un nuevo alto el Puego?

R. Le digo honestamente que no sé a quién habría de dirigirme para dialogar. ¿Quién es hoy el interlocutor válido de Hamás? ¿Con quién y cómo entablar la negociación? ¿Qué papel ejerce en todo este asunto la extrema derecha israelí? Estoy convencido de que estos sangrientos atentados sólo se pudieron cometer con la cooperación de los radicales israelíes. Le Monde / EL PAÍS