GALICIA:
El BNG se incorpora al CongresoEl PSOE pierde dos escaños y el PP un diputado en Pontevedra
XOSÉ HERMIDAGalicia ya no es diferente. El PP, aunque vuelve a obtener una victoria clara e indiscutible, no gana de forma mucho más abrumadora que en otras zonas de España, como Aragón o las dos castillas; el PSOE mantiene un suelo electoral nada desdeñable y , por primera vez, los nacionalistas gallegos también estarán en el Congreso, si bien con una representación (dos diputados) bastante más menguada que la de las fuerzas políticas de las otras. dos comunidades históricas.
La victoria de los populares gallegos encierra toda clase de paradojas y así lo pareció entender el propio Manuel Fraga cuando compareció el domingo a medianoche ante los periodistas con semblante adusto. El PP gana de forma incontestable al obtener el 48,5 % de los votos, casi un punto y medio porcentual más que en 1993. Sin embargo, pierde un escaño entre los laberintos de la ley d'Hont con respecto a los anteriores comicios. Y ahí empiezan las noticias negativas para Fraga. Los populares se habían empeñado en obtener una victoria espectacular (ellos mismos hablaban de superar el 50% en toda Galicia) con el objetivo declarado de situarse en una posición de fuerza para el nuevo Gobierno, en el que se anunciaba ya la presencia de varios ministros gallegos.
Las aspiraciones de Fraga parece que se han venido abajo. De una parte, porque su representación en Madrid ha menguado levemente y de otra porque el futuro ejecutivo de Aznar queda a expensas de Pujol. ¿Qué hará a partir de ahora la Xunta cuando el Gobierno se vea obligado a hacer concesiones al nacionalismo catalán?. Galicia, por ejemplo, tiene recurrida ante el tribunal constitucional la transferencia del 15% del IRPF, lo que puede colocar a Fraga en una situación diabólica, atrapado entre su lealtad al partido que fundó y la defensa de Galicia.
Donde no hay matices es en el éxito del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que parece confirmarse como una fuerza muy importante en las zonas urbanas. El caso del BNG es ilustrativo como contraste al batacazo de IU. Con un lenguaje rudo, en el que pervive buena parte de la vieja fraseología revolucionaria, los nacionalistas han logrado transmitir al electorado la sensación de que, votándolos a ellos, se cerraba también el paso al PP.
Los socialistas también tienen razones para estar satisfechos, a pesar de la pérdida de dos escaños. El PSOE gallego ha resistido el empuje del BNG con más vigor de lo que se preveía, pese a la interminable crisis interna que zarandea el partido desde 1993.
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