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Entrevista:IRENE JACOB - ACTRIZ

"Ha sido un honor interpretar a la apasionada Desdémona"

"Todos los actores tenemos en común las ganas de comunicar, pero creo que cuanto más discretamente se haga, tanto mejor", afirma Irene Jacob. La actriz suiza, que vive desde los 18 años en París, irradia una simpatía y dulzura aplastantes. Adquirió fama internacional tras ser la protagonista atormentada en las películas del polaco Krysztof Kiewsloski La doble vida de Veránica ("mucha gente me llama Verónica", cuenta) y Rojo.Ahora, a sus 30 años, interpreta Desdémona, la trágica heroína del Otelo de Shakespeare en la versión de Oliver Parker -de próximo estreno en España-, la cuarta en la historia del cine. Es también la cuarta película en inglés para la actriz, pero la primera vez que interpreta a Shakespeare."Ha sido un regalo poder interpretar a una joven apasionada que cree que el amor es invulnerable", señala Jacob. "No es una víctima del amor porque no sospecha la tragedia, y no duda en desafiar a su padre para entregarse a Otelo". Tras el éxito en Estados Unidos y en el Reino Unido ya hay muchos que aseguran que es la perfecta Desdémona. Su vitalidad, capacidad de embelesarse ante el amor y combinación de fragilidad y dureza la hacen irresistible. Sin embargo, a primera vista, no parecía que una francesa que nunca interpretó a Shakespeare fuera la más indicada.

"No, al contrario", afirma la actriz, "creo que es mucho mejor que lo interprete una extranjera. Es el ambiente que quiere transmitir Shakespeare en Venecia, de extranjeros. Otelo y Desdémona provienen de diferentes ambientes, y Oliver Parker eligió a actores de diversas nacionalidades. Quería un reparto internacional". Por primera vez en el cine un negro interpreta a Otelo: "El significado", asegura, "no es el color, sino que es extranjero". Otelo lo interpreta el estadounidense Laurence Fishburne, y Kenneth Branagh, el actor inglés por excelencia shakespeariano, encarna a Yago. "Me ayudó a sentirme mejor cuando me dijo que para los propios ingleses el lenguaje de Shakespeare es una lengua extranjera. No tuve la suerte de rodar muchas escenas con él, pero cuando vi la película comprendí que lo interpreta de forma íntima, con una libertad de interpretación magnífica, muy difícil de lograr. Lleva 15 años con Shakespeare y ha conseguido que sea accesible al público. He aprendido mucho de la actuación admirable de Kenneth Branagh. Si algo me molestó es no tener más experiencia en Shakespeare. Antes de comenzar no temía hacer Shakespeare: ahora sí. Cuando hablas del escritor inglés, todo el mundo piensa en su complejidad. Es cierto que siempre se puede mejorar, pero lo que un actor debe hacer es que sea accesible, íntimo", afirma.

"Lo formidable de Shakespeare", continúa, "es que cualquier pregunta que te realices encuentras en él una respuesta. La relación de Otelo-Desdémona la trabajé mucho con Laurence: cuando le decía que algo era difícil de entender, me respondía: 'No, tan sólo estamos muy ocupados para escuchar".

Antes de comenzar el rodaje, sus preocupaciones eran otras. "No quería convertir a Desdémona en una belleza muerta, como decía Parker 'a dead mona'; deseaba hacerla muy fuerte para que la tragedia al final fuera mayor. Otra inquietud fue conseguir una relación estrecha con Otelo. La última preocupación era trabajar y olvidar el inglés. Hablar como respiro. Es la única forma de lograr el objetivo del actor, ser puente emocional con el espectador. El inglés se ha convertido. en un instrumento para todo actor. Cada vez recibimos más guiones en inglés".

Con cuatro semanas de antelación, Irene Jacob fue elegida para ser Desdémona. El rodaje tuvo lugar a las afueras de Roma, en un paraje majestuoso, un castillo construido entre los siglos XII y XV de la familia Orsin¡. "Oliver Parker tardó mucho tiempo en reunir la financiación para la película", cuenta Irene Jacob; "cuando lo logró, sucedió rápidamente y empezamos enseguida. El mes antes lo pasé leyendo a Shakespeare una y otra vez, y ensayamos la obra con un grupo de teatro. Fue una suerte rodar en esos exteriores alrededor del castillo. Éramos un verdadero equipo. Rodábamos cinco días a la semana y los otros dos ensayábamos las escenas que íbamos a rodar los días siguientes".

"La versión de Parker es muy masculina", explica Irene Jacob, "resulta un thriller de acción teniendo en cuenta al público; además, se ha reducido a dos horas Es evidente que la belleza está en la historia, pero en el cine se logra más_intimidad. La cámara se acerca y capta gestos...".

La actriz suiza se enamoró del cine a los 12 años viendo a Charlie Chaplin. Louis Malle fue el primero que le ofreció un papel en Au revoir les enfants, a los 19 años. Ahora, mientras revisa guiones, está trabajando en la versión francesa. "No tengo necesidad de estar constantemente realizando películas, pero ya llevo descansando un tiempo".

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