Jóvenes entre la cal y la arena
Los jóvenes con duendeComenzó el ciclo de conciertos del Festival de Madrid con uno dedicado a los jóvenes, y hay que decirlo, no lo hizo con buen pie. El primer actuante, Riqueni, se tomó más de una hora para sí, lo que a todo el mundo pareció excesivo dada la cantidad de artistas programados. Tampoco fue una de sus mejores noches, aunque la magia de su toque apareciera a ráfagas. Un sector del público protestó al guitarrista, con razón, el volumen excesivo y la calidad deficiente del sonido, así como la condición no demasiado flamenca de alguno de sus temas.El resto de la velada perdió ritmo y ya fue como a remolque de este desafortunado comienzo. Tiempos muertos, actuaciones sólo regulares, las de arena fueron más que las de cal, o se notaron más. En el cante hubo desniveles considerables.
IV Festival Flamenco de Madrid
Guitarra en concierto: Rafael Riqueni. Cante: Miguel Poveda, Tomasa La Macanita, La Tobala, El Torta. Toque: Chicuelo, Moraíto hijo, Pedro Sierra, Antonio Jero. Baile: Javier Barón. Teatro Albéniz. Madrid, 27 de febrero.
Con autoridad
Bien Miguel Poveda, redondeando con autoridad los estilos y breve. Bien La Macanita, con su voz cuajada de flamencura que en la soleá brilló excepcional, aunque su jovencísimo acompañante Moraíto todavía se queda corto.
La Tobala es cantaora con buen eco, pero mal administrado; con una intención innovadora poco acertada, fragmenta los, cantes excesivamente, distorsiona a veces los tercios e introduce melismas extraños. El Torta dejó constancia de su espléndido rajo cantaor, en tientos y soleares, pero en las bulerías anduvo medio perdido.
Lo más estimulante de todo el concierto fue el baile de Javier Barón, a quien vimos quizás en su mejor momento. Está alcanzando una madurez admirable, con sobriedad, con una delicadeza y un refinamiento que acreditan al bailaor que ha superado cualquier veleidad fuera de lugar. Javier Barón sabe muy bien que el baile flamenco es tanto de pies como de cintura, de manos, de gesto... Equilibrio, del que este bailaor se encuentra sobrado. Tiene mucho que aportar todavía al arte jondo.
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