El Papa pide un "diálogo abierto" a la Iglesia y al Estado cubanos

El papa Juan Pablo II exhortó ayer a la Iglesia católica cubana y al Gobierno de Fidel Castro a que establezcan un "diálogo abierto" que permita a la institución religiosa "no sólo disponer de los medios necesarios para cumplir su misión, sino que sea comprendida y aceptada". Juan Pablo II envió un un mensaje a los obispos y religiosos cubanos que participaron en el segundo Encuentro Nacional de la Iglesia Católica cubana (Enec), que concluyó ayer en La Habana. En el mensaje reconoce que las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano han cambiado en los últimos anos y que "la etapa del ateísmo parece superada", si bien afirma que "la paz social exige en todos un cambio de mentalidad para que las tensiones que generan conflictos den paso a la comprensión y el diálogo".

El Papa considera que "la Iglesia y el Estado tienen ámbitos propios e independientes, aunque no paralelos y opuestos", y afirma que ambas instituciones se deben "complementar sin interferir", criticando en su mensaje las concepciones y visiones de la realidad que quieren "confinar la fe religiosa en el ámbito puramente privado". Asimismo, el Papa defiende el derecho y la libertad de la iglesia cubana para llevar adelante su mensaje con sus propios medios, y pide que de "pasos seguros en su misión evangelizadora".

Hechos de sangre

El portador del mensaje papal fue el cardenal Carlo Furno, quién asistió como enviado especial del Vaticano a la reunión de la Enec. Fumo afirmó que esperaba reunirse con Fidel Castro, a quién trasmitiría un saludo del Pontífice y le reiteraría sus deseos de visitar la isla. Sin embargo, Furno aseguró que el viaje de Juan Pablo II a la isla "no es tan urgente", y dijo que sería muy difícil que se produjese este año porque "todas las fechas ya están comprometidas". El enviado del Papa coincidió con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, en reclamar más espacios para la Iglesia y mayor "libertad para expresar y enseñar su fe". Ortega afirmó que la relación entre la Iglesia y el marxismo-leninismo siempre ha sido difícil, pero se pronunció por superar las "secuelas" del ateísmo.Por otro lado, el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, lamentó ayer el derribo de las dos avionetas de Hermanos al Rescate, y llamó a que prevalezca la cordura y la moderación para que no se exalten los ánimos". Ortega insistió en la necesidad de que el diálogo, la reconciliación y la concertación son los caminos para que los cubanos resuelvan sus problemas, y abogó porque en el futuro no se produzcan hechos de sangre entre los cubanos.