Aznar asegura que "desde el primer momento se notará el cambio" de estilo y de política

José María Aznar prometió ayer que el cambio de estilos y de políticas en el Gobierno "se notará desde el primer momento". Ante una plaza de toros de Murcia atestada por 20.000 personas y sin capacidad para acoger varios miles más, que se vieron obligados a quedarse en la calle, el líder del PP renovó su compromiso de no permanecer más de ocho años en la presidencia del Gobierno y aseguró, con la mirada puesta en el voto de los indecisos, que no le ata ningún compromiso que no sea público y que no tiene que dar cuenta de nada que no sea el programa electoral y de gobierno de los populares.

Aznar estuvo cerca de tres cuartos de hora sobre el escenario, bajo un sol empeñado en desmentir el invierno, pero tuvo que hacer verdaderos, esfuerzos para poder hablar y que le escucharan en medio del festival de entusiasmo organizado por sus seguidores de Murcia para festejar su 43 aniversario. La organización de campaña eligió para la efemeride, coincidiendo con la publicación de las últimas encuestas y la confirmación de la sólida ventaja sobre Felipe González, una comunidad como Murcia donde los populares dieron el vuelco de una mayoría absoluta en las municipales y autonómicas de mayo.Pero al candidato del PP no le basta cualquier victoria, según explicó, y quiere convertir el 3 de marzo en un ejemplo de cómo se ganan unas elecciones "limpiamente, correctamente, democráticamente". Quiere también una mayoría "rotunda", porque es la única forma de "poner en marcha. soluciones" para España.

No al caudillismo

Aznar se declaró consciente de que "Ia principal tarea de un gobernante democrático es dejar a los que vienen un país mejor" y justificó su promesa de no intentar ocupar el poder más de ocho años para no ahondar ni aprovechar las "tendencias caudillistas" de un país como España y para no poner a su partido nunca ante el dilema de elegir entre la ambición personal del líder o su propia salvación, en referencia evidente a la situación que atraviesa el PSOE. "Yo dejaré paso a otro con mas fuerza", dijo antes de una ovación atronadora.

Sin traslucir euforia por la coincidencia de los sondeos en pronosticar su holgada victoria, el candidato inició su intervención con una profesión de fe en España y con ironías hacia los socialistas, porque en su campaña, señaló, hablan de "España en positivo, pero cuando van a Cataluña o al País, Vasco, suprimen la palabra España".

Se esforzó también en transmitir confianza a sus nuevos electos potenciales, a los que aseguró que "nunca un partido va a cumplir con tanta dignidad los compromisos que asume" y que no entiende su papel como el de un salvador, sino como el de quien está llamado a "continuar y mejorar la historia de España" para las siguientes generaciones.

El presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, en un discurso reivindicativo, le había reclamado en la intervención anterior "agua para ayudar a España" porque "es de todos los españoles". "Aquí una gota de agua es una gota de vida", proclamó Valcárcel. Aznar recogió el guante y dio por hecho que habrá un plan hidrológico "que con tanta justicia se reclama", pero advirtió que también para eso es necesario un Gobierno fuerte.

Valcárcel reclamó también mejoras en las comunicaciones por carretera, vuelos civiles desde el aerodromo militar de San Javier, que Defensa ha denegado por razones técnicas, y una negociación para saldar la "deuda histórica".

Aznar, en su habitual apartado de citas de poetas contemporáneos de habla española, llevó hasta la arena a Manuel Altolaguirre, una vez más para criticar el tono agresivo y descalificador del PSOE. "A veces, libertad, tus puertas son heridas". Pero Ios de la discordia", añadió, no van a lograr causar ni un rasguño.