El constructor Jürgen Schneider ingresa en la cárcel a la espera de juicio
El que fuera jefe del mayor consorcio alemán de la construcción, Jürgen Schneider, ingresó ayer en la cárcel de Preungesheim, de la ciudad de Francfort, a la espera del juicio en el que deberá responder por la quiebra fraudulenta de su imperio. Schneider, que fue extraditado por Estados Unidos junto a su esposa Claudia, llegó a primera hora de la mañana, procedente de Miami, ciudad en la que desapareciera hace 22 meses, dejando una deuda de más de 5.000 millones de marcos (400.000. millones de pesetas)
Para el traslado del magnate desde Estados Unidos la policía alemana utilizó toda la sección de primera clase de un avión, que aisló del resto del pasaje y a la que prohibió la entrada a los pocos periodistas que consiguieron" una plaza en el vuelo. Ante las numerosas críticas de la opinión pública por el procedimiento, la dirección de la compañía aérea Lufthansa se vio obligada a precisar que sólo cobrará dos pasajes a la policía, por un total de 8.704 marcos (aproximadamente 740.000 pesetas).Una vez en suelo alemán, la policía impidió también que hablaran con el financiero los numerosos medios de comunicación que esperaban la llegada. Sclhneider, que como su mujer bajó del avión sin esposar, fue trasladado inmediatamente ante el juez de instrucción que decidió su ingreso en prisión provisional sin fianza.
Jürgen Sclhneider y su esposa deberán hacer frente a diversos cargos de fraude, estafa y falsificación, por los que podrían ser condenados a una pena de 15 años de cárcel cada uno. El empresario había iniciado su carrera como albañil y tras graduarse en Ingeniería de la Construcción y Empresariales, consiguió formar un gran imperio que se desplomó estrepitosamete hace dos años.
La historia de Schneider, que ha sido llevada al cine en una película que se estrena en marzo, tiene todavía puntos oscuros en el papel jugado por los bancos que le dieron los créditos y que aparentemente no comprobaron ni la autenticidad de los documentos con que lo solicitaba ni el valor de los inmuebles que aportaba como garantía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.