Tocar a Rato
El PP ofrece un mitin para empresarias a más de 1.000 amas de casa del PP
Ayer fue un día de fiesta para un millar de amas de casa madrileñas porque vieron y casi tocaron a Rodrigo Rato. La noche anterior, o ayer mismo, pero muy temprano, dejaron casi preparadas sus ocupaciones, fundamentálmente tareas en el hogar, en barrios periféricos de la capital o en ayuntamientos limítrofes. "Hoy les ha tocado cocido, que es muy sano y se puede quedar en el fuego", respondió Máría Paz Aznar, de 45 años, esposa de un empleado de banca, y nada que ver con el líder del PP, en nombre de una docena de simpatizantes del municipio de Alcorcón, cuando se les planteó qué iban a comer ese día sus maridos. La mayoría se tomaron la pregunta machista a broma y detallaron que habían dejado listo el puré de verduras y el filete. Unas pocas se sublevaron, pero no contra el periodista que buscaba polémica. Contra sus maridos. "¡Por un día, que se vayan a un chino!", espetó María Bueno, de 43 años. "¡Que coman una hamburguesa!", afirmó María del Carmen Felipe, de 52 años, propietaria de una tienda de regalos.Todas ellas y muchas otras del mismo extracto social, más clase media baja que mujeres profesionales, más abrigo de piel sintética que astracanes, más pañuelos anudados en el cuello de El Corte Inglés que de Loewe, tomaron el autobús que les puso a su disposición Mujeres para la Democracia, una organización próxima al PP, se plantaron a media mañana en el Salón de Tapices de un céntrico y lujoso hotel madrileño. Hasta hicieron cola para entrar, y disfrutar de una de las codiciadas 700 sillas. Luego, guardaron un silencio reverencial cuando hablaron sus líderes y llenaron sus estudiados silencios con cuchicheos cantados. Rato se autopreguntaba: "¿Que han hecho [los socialistas] para ayudar a la familia?". El coro: "Destruirla".La candidata al Senado, la concejal Esperanza Aguirre, y el portavoz del PP en el Congreso, Rodrigo Rato, hilvanaron unos discursos quizá inapropiados. No desaprovecharon la resonancia de los medios de comunicación para denigrar al PSOE, para hablar del paro, la corrupción, las ayudas a las Pyrnes y los autónomos, y sobre todo para situar al PP como la organización que más ha hecho por la igualdad de las mujeres. Aguirre, enfundada en un abotonado traje de Chanel y con pañoleta de marca, presumió del plantel de féminas del PP en las instituciones. Rato alardeó de la capacidad demostrada por sus líderes femeninas. Pero, unas señoras se acercaron al final de la sesión al estrado para recordar a los oradores que no habían mencionado a las amas de casa: "¡Que os voten las empresarias!".
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