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Elecciones 3 de marzo

Aznar afirma que la manifestación contra ETA se debió a que la lucha antiterrorista "va muy mal"

José María Aznar se salió ayer del guión de los últimos días y elevó varios grados la temperatura de sus intervenciones preelectorales. A las pocas horas de dejar la cabeza de la impresionante manifestación unitaria de Madrid contra el terrorismo de ETA y nada más volver a su periplo por los polideportivos de España, Aznar aprovechó para intentar que la protesta popular se vuelva contra el Gobierno. En el polideportivo de San Lúis, en Menorca, y luego en el de Son Moix, en Mallorca, el presidente del Partido Popular aseguró que la masiva protesta ciudadana del pasado lunes tuvo que celebrarse "por que la lucha contra el terrorismo va mal". La manifestación salió muy bien "porque las cosas van muy mal", remachó.

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Menos de 24 horas tardó Aznar en pasar del apretón de manos a Felipe González y la larga conversación tras la pancarta con Adolfo Suárez, durante el desfile unitario, a dar una particular versión del motivo que llevó a centenares de miles de madrileños a la calle. Y agregó que le parece triste que una etapa de 13 años de Gobierno socialista termine con una manifestación gigante, que considera la prueba de fracaso contra la violencia.Se felicitó por el carácter masivo de la protesta, que calificó de. impresionante, formidable y grandiosa, pero dijo que también hay que preguntarse por el motivo de su celebración. "¿Y ahora qué?", se interrogó ante el público de las islas Baleares, decidido a exprimir el asunto. "¿Vamos a seguir con un Gobierno débil? ¿Van a decir que hay que tender la mano a ETA o a Jarrai?". "Nooooooo", respondieron al unísono las 5.000 personas reunidas en Palma.

¿Van a decir que hay que sentarse a hablar con ellos?". Noooooo", rugieron las 5.000 gargantas. "¿Van a decir que es inadecluada nuestra propuesta de cumplimiento íntegro de las penas?". "¡Basta ya! ¡Basta ya!", clamaron los centenares de jóvenes del fondo del polideportivo. Y Aznar dijo que sí, que basta ya, y que es necesaria "una actitud de firmeza".

Aznar se desplazó a las islas por la mañana y realizó su habitual recorrido relámpago por Menorca, Ibiza y Mallorca. Una de las incógnitas de la jornada era si asistía a alguno de los mítines el ex presidente del partido y del Gobierno de las islas, Gabriel Cañellas, forzado a dimitir en julio pasado al verse salpicado por sospechas en el caso Sóller.

Los jueces investigan todavía, sin demasiados resultados concretos, el presunto cobro de comisiones ilegales por el PP de Baleares a cambio de la concesión de las obras y la explotación del túnel. Cañellas fue obligado a empujones por la dirección nacional a dejar el puesto. Su presencia ayer en el Polideportivo Son Moix no le hubiera hecho ningún favor a Aznar.

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El sucesor de Cañellas al frente del PP balear, Joan Huguet, fue recibido con muchos aplausos, pero una referencia suya al dimitido como la "mano firme", que guió al partido por el camino del éxito suscitó una verdadera aclamación. El candidato a la presidencia tampoco eludió el asunto. Manifestó su amistad hacia Cañellas y hacia su sucesor en el Ejecutivo, Cristófol Soler, pero dejó claro que el dimitido representa el pasado. El Gobierno balear, señaló, 1o impulsó, haciendo cosas buenas nuestro amigo Gabriel, y ahora lo impulsa y hace cosas buenas nuestro amigo Cristóbal".

Una decena de personas pitó con silbatos el comienzo de la intervención de Soler, que utilizó en su intervención el catalán de las islas y el español, como los restantes oradores locales. Los reventadores exhibieron en una esquina, entre la indiferencia de la mayoría, dos pancartas con los textos "Es catalá no es nostre" [El catalán no es nuestro] y "Baleares no es Cataluña. Referéndum ya".

Los centenares de jóvenes del fondo replicaron con gritos de "!presidente! !presidente!" dirigidos al jefe del ejecutivo autonómico. Una fracción muy minoritaria del PP balear intenta generar en las islas un conflicto lingüístico similar al de la Comunidad Valenciana y reclama un referéndum para modificar el estatuto y suprimir la referencia al catalán como lengua del archipiélago.

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