Lucha para mantener en su actual posición al petrolero embarrancado en Gales

El petrolero Emperatriz del Mar, embarrancado desde el pasado jueves en la costa de Gales, ofrecía ayer una estampa algo más serena. Después de soportar otra borrasca nocturna, que provocó la pérdida de varias de sus anclas, el equipo de salvamento subió, temprano a bordo. Mantenerlo sujeto a los remolcadores y en su actual posición constituye ahora su mayor preocupación. El parte metereológico prevé aún tres o cuatro días de fuertes vientos, y el buque no puede ser aligerado de su carga hasta que éstos amainen. El Ministerio de Agricultura ha aconsejado que los aviones que pulverizan detergente sobre la mancha de petróleo eviten la costa para no dañar zonas protegidas.En cuanto mejore el tiempo serán trasvasadas unas 30.000 toneladas de petróleo -el buque lleva 140.000- a otro más pequeño, el Star Bergen. La operación de bombeo puede prolongarse dos días y los expertos han señalado que no empezará hasta el jueves como muy pronto. "El peligro no ha pasado todavía. Tardaremos en cumplir nuestra misión aquí por lo menos una semana", dijo ayer Joe Small, jefe del equipo de rescate.

El Emperatriz del Mar seguirá entre tanto varado en la embocadura del puerto Milford Haven, uno de los más concurridos del Reino Unido. El petróleo derramado avanza por su parte hacia las islas galesas de Skomer y Skokholm. Sólo en la primera pasan el verano unos 250.000 pájaros, entre ellos pardelas y frailecillos.

Milford Haven fue escogida como refinería de petróleo hace tres décadas. Sus aguas profundas permiten la entrada de petroleros de gran tonelaje, pero su acceso no es fácil. Con mala mar las corrientes son fuertes y un buque que supere las 100.000 toneladas debe maniobrar en pocos minutos para evitar un accidente. Los investigadores tratan de averiguar ahora si un fallo humano o mecánico lanzó el pasa do jueves al Emperatriz del Mar contra las rocas.