Sitges, una dinastía vinculada a Banesto

Francisco Javier Sitges Menéndez, ex presidente de Asturiana de Zinc (Azsa), y al que ahora se vincula con los supuestos negocios en el exterior del ex banquero Mario Conde, pertenece a la cuarta generación de una dinastía que, originaria de Mahón (Menorca), se asentó en Asturias en la segunda mitad del siglo pasado. Tras las últimas investigaciones del juez Manuel García-Castellón en Suiza, su nombre es protagonista directo en relación con las sociedades de Conde en el exterior.Sitges forma parte de la pléyade de apellidos foráneos que protagonizaron el súbito desarrollo industrial asturiano, minero y metalúrgico, a lo largo del siglo XIX.

Vinculados en su origen a capital judío de nacionalidad belga, los Sitges se acabarían integrando, ya avanzado el siglo XX, en la órbita del Banco Español de Crédito (Banesto). En ello fue determinante la amistad de Juan Sitges y Fernández-Victorio, padre de Francisco Javier, con el financiero y diplomático asturiano Jaime Argüelles Armada miembro de una de las familias capitales en Banesto y vicepresidente del banco hasta la llegada de Mario Conde, y sobre todo con Pablo Garnica Echevarría, presidente de Banesto entre 1932 y 1959, y representante de otra de las estirpes con mayor poder en la entidad financiera.Influencia social

La familia Sitges, asentada en la localidad costera de Arnao, próxima a Avilés, ejercerá desde entonces una gran influencia social e industrial en esta comarca, donde han constituido la más elevada expresión de la burguesía local. Desde que Juan Blas Sitges y Grifoll, bisabuelo de Francisco Javier, asumió la dirección de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCA), fundada en 1834 por un grupo minero y metalúrgico belga, él y sus descendientes dirigirán los destinos de esta empresa, que, desde su inicial actividad minera para la extracción de carbón -aún se conserva el castillete del pozo, cuya galería discurría bajo el mar-, derivaría luego a la obtención y transformación del zinc.

Francisco Javier, 66 años, es el segundo de los tres hermanos varones, pero desde la muerte del progenitor siempre ha ejercido como líder de la familia. En ello fue decisivo su talante emprendedor y su capacidad de dirección, pero también un lance universitario que entonces fue juzgado como inconveniente y que con el tiempo contribuiría a consolidar su hegemonía en la dinastía. Para gran contrariedad de su padre, Francisco Javier Sitges no superó las pruebas de acceso a la Escuela de Ingenieros de Minas, una formación que constituía una tradición en la familia y un timbre de prestigio social en una España en la que primaba la cultura ingenieril. Aquel revés le permitirá cursar Ciencias Químicas y doctorarse en esta disciplina. Tal azar sería decisivo cuando, mediados los años cincuenta, las nuevas técnicas de la electrólisis para la producción. de zinc arrumben los métodos más caducos y costosos vigentes hasta entonces.

Estos novedosos procedimientos se habían empezado a implantar en Noruega y la Real Compañía Asturiana de Minas se propone hacer lo mismo en España. El. Gobierno español no autoriza que la inversión la acometa en solitario el capital extranjero y RCA brinda una participación a Banesto, que toma una posición del 20%. Nace así, en 1957, Asturiana de Zinc, SA (AZSA). Con su creación, se estrechan los vínculos existentes entre la familia, Sitges y el Banco Español de Crédito, que acabaría siendo socio mayoritario en AZSA, y se instaura la preeminencia de Francisco Javier en la familia: con una formación química, será, de los tres hermanos, el más capacitado para acometer la transición a las nuevas tecnologías. Poco después, y junto a otro técnico de: la empresa, Vicente Arregui, desarrollará una patente que desde entonces ha venido generando significativos royalties a Asturiana de Zinc.

Será, por tanto, Francisco Javier quien suceda a su padre en algunos cargos de influencia en la sociedad local, como las presidencias de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Avilés, o de la Junta del Puerto de esta misma ciudad, cargo al que renunciaría por discrepancia con la política portuaria del ministro Fernando de la Mora. La dimisión y las circunstancias que la rodearon, en pleno franquismo, tuvo gran impacto en las esferas de poder de la comarca.Trayectoria ascendente

En Asturiana del Zinc Francisco Javier protagoniza una trayectoria ascendente. Fue director de la factoría desde 1958 a 1969; consejero y director general hasta 1981, y posteriormente consejero delegado, cargo que compatibilizó desde 1988 con la presidencia de la empresa, una vez que Mario Conde asumió en 1987 la presidencia de Banesto. Fue entonces cuando las dos familias hegemónicas en AZSA (los Argüelles y los Sitges) se verán abocádas a mantener posiciones antagónicas. El enfrentamiento de Jacobo Argüelles -Salaverría, consejero delegado de Banesto, con el nuevo presidente de la entidad, Mario Conde, conduce a éste a depositar su confianza en Sitges al frente de Asturiana.Bajo la presidencia de Sitges, AZSA vivirá una etapa e gran relanzamiento. Ya antes, su empeño condujo a reprofundizar con éxito, en contra del escepticismo generalizado, la mina de Reocín (Cantabria), que nutre a Asturiana del mineral de blenda, y ahora conseguirá el apoyo del banco para acometer una inversión en AZSA que convertirá su planta de San Juan de Nieva (Asturias) en la factoría más moderna y con mayor capacidad de producción del mundo.

De su padre, Francisco Javier Sitges heredó sobre todo la afición por el mar. Accionista y presidente desde 1964 de la empresa de bienes de equipo Mecanizaciones y Fabricaciones, SA (Mefasa), situada en las inmediaciones de la planta de AZSA, Sitges emprendió un nuevo negocio: la construcción de embarcaciones de lujo. Ligado por relación personal y amistad al Rey, fue en este astillero donde se realizó la última reforma del yate real Fortuna, y donde se construirá el barco que el patrimonio del Estado' había encargado para sustituirlo. Cuando ya estaba prácticamente acabado, los Monarcas renunciaron al yate, que posteriormente fue vendido por el patrimonio a un armador británico.

De estos mismos talleres saldrán diversos veleros de competición y yates tan fastuosos como el Alejandra, de Mario Conde, o el Blue Legend, de Javier de la Rosa. Sitges también encargó su propio yate, del que se acaba de desprender. En 1993 Mefasa entró por vez primera en pérdidas.

El fin de la década de los ochenta, marcada por los enriquecimientos fáciles- y la cultura de la ostentación, se dejará sentir en la cartera de pedidos del astillero. Para entonces AZSA había tomado el 40% de Mefasa, ambas bajo la presidencia de Sitges.

La intervención de Banesto y la destitución de su consejo de administración, el 28 de diciembre de 1993, marcará el declive del poder de Sítges en Asturiana, de cuya presidencia fue relevado en octubre de 1994, meses después de la adquisición de Banesto por el Banco Santander.